tag:blogger.com,1999:blog-201715104539159342024-03-07T10:53:15.994-08:00Variaciones sobre un mismo olor que muta"Toda escritura es una cochinada.
Las gentes que huyen de la vaguedad para buscar la precisión de lo que pasa en su pensamiento, son unos cerdos.
Toda la gente literaria es cerda, en especial la de este tiempo." Antonin Artaudinfaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.comBlogger181125tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-68149511603868171272024-03-07T10:47:00.000-08:002024-03-07T10:52:44.452-08:00Hölderlin, poesía y pensamiento. O somos un signo sin interpretación<p></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_zlByff2spgOz1ww5xoXJLWBUrPf9adOU7orihuagLzz5bLfNP44MqPLWzy0Ry_R_29ny8wBRJ3trCqO6O1Acp2_Deryn3B51t7l2W1Zq8KvdfrCTuBXKswWemJvwTIq31RTAmiYqB9uWC1HZBMu-0zG-ko693Upcab9X0CTEnAs3Yn93tyRqST5UHSc/s1280/IMG_20240304_134223.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Somos un signo sin interpretación" border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_zlByff2spgOz1ww5xoXJLWBUrPf9adOU7orihuagLzz5bLfNP44MqPLWzy0Ry_R_29ny8wBRJ3trCqO6O1Acp2_Deryn3B51t7l2W1Zq8KvdfrCTuBXKswWemJvwTIq31RTAmiYqB9uWC1HZBMu-0zG-ko693Upcab9X0CTEnAs3Yn93tyRqST5UHSc/w320-h180/IMG_20240304_134223.jpg" title="Somos un signo sin interpretación" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Somos un signo sin interpretación</i></td></tr></tbody></table><p></p><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> </div><p></p><p style="text-align: justify;">El título de este libro que reúne ensayos en torno a la figura del alemán es bastante preciso: hay una línea que los une a todos tratando las cuestiones fundamentales de la vida (su vida), del ser en general, de la patria o la memoria, etc; en las que Hölderlin tocaría lo que es el lenguaje y sus límites y cómo la creación literaria se encarga de algunos aspectos a los que el pensamiento (o la filosofía) no llega. Por ejemplo, en el ensayo titulado de <i>H</i><span style="text-align: left;"><i>ö</i></span><i>lderlin y el idealismo</i>, de Johann Kreuzer, el lenguaje expresado en el lenguaje del arte, en la poesía, es el que cumple la función de encontrar las palabras para delimitar el recuerdo "el arte del lenguaje se convierte en la lógica temporal del recuerdo". Hay una disputa entre lo que sería la intuición intelectual, que Hölderlin no considera la forma suprema de la consciencia. Trascendental, en cambio, serían las figuras que aparecerían sensorialmente (capaz de residir fuera, con una fuerza mucho mayor). Por tanto, la sensación trascendental sería lo que la poesía formaría dándole realidad.</p><p style="text-align: justify;">Yo siempre me sentí afín a Hölderlin precisamente en su oscilante dualidad. Creo, firmemente, que los seres contradictorios son los que más nos pueden aportar dando luces y sombras por igual a través de sus pesquisas. Fue una cita de Hölderlin, allá por el año 2004-2006, no estoy segura a partir de qué momento preciso entró a mi vida, la que me dio a conocer su obra. Hablaba sobre la pugna del corazón y las ideas, entre la razón y la pasión. No recuerdo la musicalidad exacta de la cita, pero sí la sentencia final: si los muestras juntos te maldicen. Siempre me sentí afín (también) al idealismo sobre todo en este reivindicar de lo sensorial, de lo que tiene de trascendente una emoción o cualquier reminiscencia percibida a través de los sentidos, previamente almacenada y procesada por nosotros.</p><p style="text-align: justify;">En estos ensayos nos encontramos también con un contorno del personaje Hölderlin que puede gustarnos para trabajar sus textos: Hölderlin paria, Hölderlin peregrino, Hölderlin jacobino, Hölderlin no jacobino, Hölderlin patriota, Hölderlin contradicción... Pero yo me quedo con el Hölderlin que coge la tragedia como pretexto para indagar en el tiempo y la memoria. La tragedia griega fue su fascinación, de hecho la estudió a fondo y llegaría a escribir su obra <i>Empédocles</i>, donde refleja su estilo teatral. Pero es en sus estudios de Sófocles donde encontramos los conceptos que más le caracterizan: la construcción de un héroe trágico y los recuerdos como territorio poético. El desarrollo del tema de la memoria (los recuerdos en poetología) es tratado tanto en el ensayo mencionado arriba de Kreuzer como en el de Anacleto Ferrer de <i>Hölderlin ante la Revolución</i>, además de delimitar ese espíritu fluctuante afín al republicanismo y la lucha afrancesada. </p><p style="text-align: justify;">Digo que su idealismo me compete por el subtítulo que he elegido: somos un signo sin interpretación. Manuel Barrios Casares en<i> Hölderlin: la revuelta del poeta</i>, se encarga de subrayar eso que nos gusta de él: que promulga la preeminencia de la metáfora con respecto al concepto, porque su plasticidad (la metáfora es proteiforme) se adecua más al dinamismo de la existencia, todo fluye, todo muta.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p dir="ltr" style="background-color: white; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span face="Roboto,sans-serif" style="background-color: transparent; color: #242424; font-size: 11.5pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;"></span></p><blockquote><p dir="ltr" style="background-color: white; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span face="Roboto,sans-serif" style="background-color: transparent; color: #242424; font-size: 11.5pt; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;"><i></i></span></p><blockquote><p dir="ltr" style="background-color: white; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span face="Roboto,sans-serif" style="background-color: transparent; color: #242424; font-size: 11.5pt; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre;"><i>Un signo somos sin interpretación.</i></span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span face="Roboto, sans-serif" style="background-color: transparent; color: #242424; font-size: 11.5pt; white-space-collapse: preserve;"><i>Tomarnos por un signo que no posee interpretación única, propia y definitiva, supone, por lo demás, asumir una concepción de la existencia humana como modo de ser radicalmente metafórico, translaticio.</i></span></p></blockquote><p dir="ltr" style="background-color: white; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span face="Roboto, sans-serif" style="background-color: transparent; color: #242424; font-size: 11.5pt; white-space-collapse: preserve;"><i></i></span></p></blockquote><p dir="ltr" style="background-color: white; line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span face="Roboto, sans-serif" style="background-color: transparent; color: #242424; font-size: 11.5pt; white-space-collapse: preserve;"></span></p>infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-7531042105912003602024-02-06T05:01:00.000-08:002024-02-09T11:56:26.659-08:00 "La filla estrangera", de Najat El Hachmi<p> <span face="Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #333333; font-size: 11pt; font-weight: 700; text-align: center; white-space-collapse: preserve;">"La filla estrangera", de Najat El Hachmi</span></p><span id="docs-internal-guid-05230e51-7fff-cac8-a4bf-13118dc0fe8f"><br /><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.8; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span class="Apple-tab-span" style="text-wrap: nowrap;"> </span></span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">He empezado esta novela para el curso del Cefire sobre clubs de lectura </span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">“Club de lectura: creació i dinamització” </span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">que acabará el 10 de marzo de este año, 2024. No he podido ir a ninguna biblioteca a hacerme con una versión en papel puesto que me ha sorprendido en medio de los últimos días antes de dar a luz, en los que no me podía mover (no me podía mover desde noviembre, en realidad, sólo que las últimas semanas ya me costaba moverme dentro de casa e incluso para girarme en mi propia cama). La niña se me adelantaba más de tres semanas, casi un mes, sabía que no podía seguir apretando en mi bajo vientre, sin poder sentarme para nada, ni sentada en el coche podía ir yo… Aquí dejo una foto de ayer, en mi posparto real, una semana cumplimos hoy de salir del hospital, ella cogiéndose fuerte a mi, mi barriga y su diástasis enorme:</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.8; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.8; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiz3nDnxSrgoCDPluuabxB8MJ9X1nXDXTmsYz9ZsR_VabgrB3QfOPFWO254UkCUBMST_K_I6A4AVBIjb1R6JKf_6sWUEFaDm7NdGIJG3rgJquqVsA9iDP4zYC3QVm2R-r1Pf9zeLzRAc43myqaFijrNIcwmz7BSxP7_SggRiLEaVUxXTFRrysUA5sAMs2U/s1730/IMG_20240206_114748.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1730" data-original-width="1536" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiz3nDnxSrgoCDPluuabxB8MJ9X1nXDXTmsYz9ZsR_VabgrB3QfOPFWO254UkCUBMST_K_I6A4AVBIjb1R6JKf_6sWUEFaDm7NdGIJG3rgJquqVsA9iDP4zYC3QVm2R-r1Pf9zeLzRAc43myqaFijrNIcwmz7BSxP7_SggRiLEaVUxXTFRrysUA5sAMs2U/s320/IMG_20240206_114748.jpg" width="284" /></a></div><br /><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span><p></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.8; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span class="Apple-tab-span" style="text-wrap: nowrap;"> </span></span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Entonces, me he tenido que conformar con utilizar una versión en castellano que estoy leyendo en pdf. Tras esta justificación, voy a pasar a mencionar algunos datos que creo que son relevantes y de los que no quiero olvidarme, para cuando llegue el día de comentarlos poder tenerlos frescos:</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.8; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify; text-indent: 36pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La hija extranjera pone de protagonista la voz de una chica marroquí adolescente que quiere emanciparse de su entorno porque se cuestiona muchos aspectos de su vida condicionados por su cultura: es una chica que lee a Nietzsche y a Fromm, que no tiene prisa por casarse ni formar familia a temprana edad, que no está dirigida (en su fuero interno) a llevar una vida de cuidados caseros, y que en base a un monólogo silente repasa aspectos de su vida en base a recuerdos con su madre y reflexiones sobre otras mujeres de su entorno en Marruecos.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span class="Apple-tab-span" style="text-wrap: nowrap;"> </span></span></p><ol style="margin-bottom: 0px; margin-top: 0px; padding-inline-start: 48px;"><li aria-level="1" dir="ltr" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; list-style-type: decimal; vertical-align: baseline; white-space: pre;"><p dir="ltr" role="presentation" style="line-height: 1.8; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-wrap: wrap; vertical-align: baseline;">El dilema de la lengua:</span></p></li></ol><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.8; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify; text-indent: 36pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El primer tema importante que veo es el de la lengua. Ella empieza en las primeras páginas haciendo reflexiones metaliterarias sobre el uso del lenguaje y la incapacidad para reflejar una realidad de un contexto en particular si no se usa la lengua que envuelve ese recuerdo. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.8; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify; text-indent: 36pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Me recuerda al análisis que hice de una obra llamada </span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El entenado</span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> de Juan José Saer y para ello me voy a citar a mí misma en la revista Románica Silesiana (</span><a href="https://bazhum.muzhp.pl/media//files/Romanica_Silesiana/Romanica_Silesiana-r2015-t10/Romanica_Silesiana-r2015-t10-s228-235/Romanica_Silesiana-r2015-t10-s228-235.pdf" style="text-decoration-line: none;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #1155cc; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-decoration-line: underline; text-decoration-skip-ink: none; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">https://bazhum.muzhp.pl/media//files/Romanica_Silesiana/Romanica_Silesiana-r2015-t10/Romanica_Silesiana-r2015-t10-s228-235/Romanica_Silesiana-r2015-t10-s228-235.pdf</span></a><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> ):</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-left: 36pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">En cuanto al lenguaje, se produce otra escisión. El lenguaje desconocido es un elemento alienante y el de los colastinés se describe como bastante particular : no utilizan verbo ser ni estar, sino solo el verbo parecer. Ese verbo también hace alusión a conceptos negativos como el enemigo, el eclipse y otros… </span></p><br /><br /><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.8; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify; text-indent: 36pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">En </span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El entenado</span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"> el protagonista acaba en una isla en la que los habitantes tienen un lenguaje que refleja su cosmovisión, es el subrayar esta lejanía de pensamiento la que prevalece a la hora de analizar un lenguaje exótico: con palabras de nuestro lenguaje foráneo no llegamos a apresar el significado de sus realidades, es necesario usar su propio lenguaje para poder delimitar mejor, ser más precisos. La protagonista de </span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La hija extranjera </span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">lo recalca también en diferentes momentos. Al mismo tiempo, presta atención al carácter efímero de su lengua natal cuando lo oye en otras: “...lamento constatar que nadie reproducirá nunca la charla apresurada de estas señoras en ningún libro, por el simple hecho de que utilizan una lengua que es del todo ajena al papel y se transmite por el aire sin dejar rastro alguno”.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.8; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span class="Apple-tab-span" style="text-wrap: nowrap;"> </span></span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; text-indent: 36pt; white-space-collapse: preserve;">La preocupación recurrente de la protagonista por la palabra adecuada y por no encontrar equivalentes es muy relevante a lo largo de casi cada una de las páginas. Se explica muy bien la importancia de la palabra precisa cuando hay expresiones que significan algo opuesto o muy diferente cuando se traducen de manera literal desde una a otra lengua: </span></p><span id="docs-internal-guid-0956ea3b-7fff-f35f-8681-9f803e3709e6"><p dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">“...en el colegio nos explicaron que había un día dedicado a todas las madres, que las teníamos que felicitar y agradecerles todo lo que hacían por nosotros, su esfuerzo y su sacrificio. Llegué a casa entusiasmada con la idea, gritando muy ilusionada: «Madre, hoy es tu día» y ella, desprevenida y atareada, me dio un buen chasco: «¿Qué pasa, acaso quieres que me muera?».”</span></p><br /></span><br /><ol start="2" style="margin-bottom: 0px; margin-top: 0px; padding-inline-start: 48px;"><li aria-level="1" dir="ltr" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; list-style-type: decimal; vertical-align: baseline; white-space: pre;"><p dir="ltr" role="presentation" style="line-height: 1.8; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-wrap: wrap; vertical-align: baseline;">La identidad:</span></p></li></ol><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-left: 36pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La historia del entenado es una historia de identidades. Se puede decir que todos somos entenados, parias, a medio camino entre uno y otro lugar, extranjeros que continuamente nos vamos formando, vamos construyéndonos, que esa construcción se hace siempre dependiendo de los otros, que a veces tenemos que hablar de diferencias y de memoria en la construcción de esta identidad. </span></p><br /><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.8; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify; text-indent: 36pt;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Me sigo citando y vemos que la reflexión corresponde también a la novela que estamos tratando: la chica es una paria, una mujer cuya identidad se va cuestionando, se va increpando y va recordando mientras va delimitándose y afirmándose en dónde está y dónde deja de estar. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.8; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span class="Apple-tab-span" style="text-wrap: nowrap;"> </span></span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Es la visión de una chica que se encuentra fuera, al margen, que no se siente pertenecer ni siquiera a su propia cultura por los elementos en los que no conecta. Es también alienante consigo misma, con su aspecto (se plancha el pelo, por ejemplo, esconde su identidad).</span></p><br /><ol start="3" style="margin-bottom: 0px; margin-top: 0px; padding-inline-start: 48px;"><li aria-level="1" dir="ltr" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; list-style-type: decimal; vertical-align: baseline; white-space: pre;"><p dir="ltr" role="presentation" style="line-height: 1.8; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; text-wrap: wrap; vertical-align: baseline;">Honor, virginidad y placer:</span></p></li></ol><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.8; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span class="Apple-tab-span" style="text-wrap: nowrap;"> </span></span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Es curioso que se vuelvan a esos temas una y otra vez cual círculos concéntricos: parece ser el principal motor que hace que la chica quiera despegar de su entorno de origen: es una chica que descubre el placer en solitario y habla de que en su cultura no hay cabida para tal hecho y que su virginidad no le pertenece, sino que, cual historia de la época medieval española, el honor recae en sus progenitores, quien son los que deben salvaguardarla.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.8; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><i>“¿El arte de amar? Ya lo practicarás cuando te cases, cuando estés tranquila, sin toda esta gente que, desde hace tiempo, se preocupa por ti, por tu reputación, la de tu madre sola contigo, la de tu virginidad y tu honor. Una vez casada te dejarán tranquila y ya podrás hacer lo que quieras.”</i></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.8; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span class="Apple-tab-span" style="text-wrap: nowrap;"> </span></span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La única salvación vendría a ser a través de otro hombre, no por ella misma. Por eso decide marchar y ser la protagonista de su vida. </span></p><span id="docs-internal-guid-92f3cab1-7fff-407d-d8f5-4950761de857"><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span class="Apple-tab-span" style="text-wrap: nowrap;"> </span></span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">El placer es también un placer indecible: aquí se conecta con el tema de la lengua:</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">“¿Placer? Ni siquiera sé decir esa palabra en la lengua de mi madre. Ni siquiera sé si existe en la lengua de mi madre. Ni placer, ni deleite, ni éxtasis, ni nada. Y aún menos orgasmo. ¿Cómo puedo hacer que entienda el placer que siento por esas cosas extrañas y poco usuales? Por cosas pequeñas, cosas que pasan totalmente desapercibidas para el resto de l</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; white-space-collapse: preserve;">a gente, que temo que un día me desborden del todo, que me hagan salir de mí misma, pero no de rabia sino de puro placer. Así soy, esto es lo que soy. Me siento, de repente, huérfana de palabras, expulsada de la lengua“.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b id="docs-internal-guid-0623d334-7fff-8ba7-6773-018cf7f58ab3" style="background-color: magenta; font-weight: normal;"><span style="font-family: georgia;"></span></b></p><blockquote><p dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b id="docs-internal-guid-0623d334-7fff-8ba7-6773-018cf7f58ab3" style="background-color: magenta; font-weight: normal;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: magenta; color: black; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: georgia;">Intertextualidad:</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><b style="background-color: magenta; font-weight: normal;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></b></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.8; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: magenta; color: black; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: georgia;">-El personaje de Mumna recuerda a La Celestina</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: magenta; color: black; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: georgia;">-En caso de abordar este texto para trabajar en clase con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) podría hacerse una lectura comparativa con otras novelas de autoras que cuentan realidades de desigualdad de la mujer en sus culturas de origen. Es el caso de Kim Ji-Young, nacida en 1982 de la autora Cho Nam-Joo (reseñada en este blog). Se podrían analizar desde el quinto objetivo: Igualdad de género y llevar a reflexión sobre la realidad de mujeres y niñas en otras partes del mundo.</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.8; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span id="docs-internal-guid-f6598cce-7fff-1d7d-35fd-89704948bb3a" style="background-color: magenta;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: magenta; color: black; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: georgia;">Avanzando en la lectura veo que el inicio no se desvela hasta la página 74, que es el momento en que te explican que ella decidió no abandonar a su madre, que al final no se había fugado. Páginas anteriores vemos que la protagonista va a acceder a un matrimonio por conveniencia con su primo hermano y que ya está viviendo en Cataluña con su madre y hacen trámites para la reagrupación familiar. Se intuyen rasgos autobiográficos en la construcción de la historia y personaje protagonista por parte de su autora.</span></span></p></blockquote><p dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: magenta; color: black; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: georgia;"></span></span></p><div><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></div></span><span id="docs-internal-guid-92f3cab1-7fff-407d-d8f5-4950761de857"><div><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></div></span><p dir="ltr" style="line-height: 1.8; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><b id="docs-internal-guid-92f3cab1-7fff-407d-d8f5-4950761de857" style="font-weight: normal;"><br /></b></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><br /></p><div><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial,sans-serif; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap; white-space: pre;"><br /></span></div><br /></span>infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-30463265881408634532024-01-20T14:17:00.000-08:002024-01-20T14:17:48.846-08:00Individualidad, Schopenhauer, Houellebecq, yo y Huevos crudos<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioduelyIbiSQbiMLFMuM64yWPt7HddSzARfgqKkAUuNrw76Z_OqZDaXf-HWKsfHlT0ZbEHcI6bPgU2zUapy4Q_wD3g-Bq6LdN5NUUTupyIZ_RZuZM25iKSYalo9cD_f_vx6rRhIvkDlESmZxHBuGSSWk8nWQZtQ13rwp-fPLs1meaD_C8ibcYNFRxXkdQ/s1280/IMG_20240120_222806.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioduelyIbiSQbiMLFMuM64yWPt7HddSzARfgqKkAUuNrw76Z_OqZDaXf-HWKsfHlT0ZbEHcI6bPgU2zUapy4Q_wD3g-Bq6LdN5NUUTupyIZ_RZuZM25iKSYalo9cD_f_vx6rRhIvkDlESmZxHBuGSSWk8nWQZtQ13rwp-fPLs1meaD_C8ibcYNFRxXkdQ/s320/IMG_20240120_222806.jpg" width="320" /></a></div>Aquí estoy yo en la cama, medio de lado, leyendo y escribiendo torcida, como mi escoliosis y mi árbol del pie, como mi embarazo y mi memoria (parodiando a Celan "amapola y memoria"), que pensaba que ya había reseñado hace tiempo este libro, al que he ido sorbiendo una y otra vez, royendo, mejor, agujereado mil veces y vuelta a agujerear. Porque no sé si a ustedes les pasa lo mismo, pero cuando retomas un libro te has olvidado de varios pasajes y cuesta ponerte otra vez o continuar si no lo relees todo... Es lo que me ha pasado con este mini ensayo de Houellebecq sobre Schopenhauer, que lo leí hace tiempo, lo tuve por ahí, quizá lo leí en desorden, los capítulos que más me interesaban primero y cuando lo he cogido otra vez incluso encontraba fragmentos enteros que no me sonaban de nada...así debe ser un queso Gruyere, aire como túneles que no se ven a simple vista, vacíos que tú mismo has colocado ahí.<p></p><p>Memoria y libros es como memoria y vivencias. Libros = vivencias.</p><p>También huelga decir que la memoria de una embarazada va como va y mis dolores han sido enemigos de la lectura estos meses. Mi voluntad (¡voluntad! palabra favorita de este libro, cuando en otros sitios se quejan de palabras repetidas dicen que hay que beberse un chupito cada vez que aparezca... en un par de capítulos de este mini libro podría hacerse este juego para los bebedores más houellebecquianos, no es mi caso, ni por antidionisiaca ni por ser marielena, la que prefiere Coca cola). Decía que mi voluntad se ha visto desterrada muy fuera de mis dominios al no ser yo la que controlaba del todo mi cuerpo, al menos no como estoy acostumbrada a controlarlo. La hibernación no es compatible a la lectura, sobre todo con los libros físicos, reales, palpables, que son con los que topamos en estado de vigilia (he soñado que leo libros, pero son libros intangibles).</p><p>Hablaré del libro en sí, muy sucintamente, creo que lo que pesa es más mi contexto con el libro que el libro en sí, no sabía que esto sucedía hasta que me he puesto a escribir sobre él. Houellebecq era fan de Schopenhauer y lo traducía, incluso se vio muy influenciado por él en sus primeras obras. No se sabe si fue primero el huevo o la gallina, si ya había un germen schopenhauariano en él y simplemente reconoció su mismo sentir en otro o si, por el contrario, fue el pesimista quien inoculó el germen en Houellebecq. En cualquier caso, las notas que hace en este ensayo son interesantes, sí que da su opinión sobre ciertos fragmentos de Schopenhauer y más o menos tienen una línea a seguir: la vida, el destino, la búsqueda de la felicidad, la falsa felicidad, la distinción entre talentosos y corrientes, el arte, etc. Sobre la muerte no hay y eso he echado en falta, pero sobre el individuo diría que es el tema principal.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0VRAdgtobU7PmsUW5nfguewOdklarFqYT_EjyLvqGfiHAmMXwuPNLhiBP8xcYKPUI8ezbHPRJs98ZOlEoDFqekeHQYxABCLysSwhrd6WPE6w2O2InWm1-2AoRK8hvTlvmfwld1rOt5zGzq-NXJcUv_lTlLIR75xcS48eJqQrfyrntpM9gzOoWJIy0V-k/s3120/IMG_20240119_191553_1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0VRAdgtobU7PmsUW5nfguewOdklarFqYT_EjyLvqGfiHAmMXwuPNLhiBP8xcYKPUI8ezbHPRJs98ZOlEoDFqekeHQYxABCLysSwhrd6WPE6w2O2InWm1-2AoRK8hvTlvmfwld1rOt5zGzq-NXJcUv_lTlLIR75xcS48eJqQrfyrntpM9gzOoWJIy0V-k/s320/IMG_20240119_191553_1.jpg" width="320" /></a></div><br /><p>En esas lecturas estaba, cuando Almendra eligió una serie japonesa de un huevo crudo llamado Gudetama. Me extrañó que en Japón comieran tanto huevo crudo en distintos platos. Pero más me extrañó el momento filosófico de las bolitas de caviar preguntando por la individualidad. Por supuesto, lo relacioné con el libro que estamos comentando:</p><blockquote><p><i>La mitad objetiva del presente y de la realidad está en manos del destino, y, en consecuencia, es cambiante; la mitad subjetiva somos nosotros mismos, y, por lo tanto, es en esencia inmutable. Pues la vida del hombre, pese a los cambios exteriores, suele tener siempre el mismo carácter, y puede compararse con una serie de variaciones sobre un tema. Nadie puede salir de su propia individualidad.</i></p></blockquote><p><br /></p><p>Así de grave y sentencioso. Y va a ir a más en su sentencia. Me gusta lo tajante que es Schopenhauer, estoy segura de que vomitaría sobre la gente de ahora y les llamaría idiotas, aunque creo que no se sorprendería, hay muchos temas en los que fue visionario, sobre todo en su concepción de arte y tragedia, considerando que la peor de las representaciones de la tragedia no venía del tema destino impuesto, sino de lo más cotidiano... y ahí es donde radica lo verdaderamente siniestro. </p><p>El destino no es el gran monstruo al que debemos temer, sino a nuestra propia idiotez:</p><blockquote><p><i>Así está claro hasta qué punto nuestra felicidad depende de aquello que somos, de nuestra individualidad, mientras que casi siempre solo se toma en cuenta nuestro destino, es decir, aquello que tenemos o que representamos. El destino, sin embargo, se puede mejorar; y, si se goza de riqueza interior, no hay que pedirle mucho; en cambio, un bobo será bobo por el resto de sus días, y un zoquete será un zoquete aunque esté en el paraíso y rodeado de huríes. </i></p></blockquote><p><br /></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSAlC-6yWxF_WXywZ_lJ-1qkg9y7lb5uDqw-Pf3jhqJviTOfd2Q7V9tiKsNhwN52xSvJjPMZNUewSEeaf5lKwhstY6eOZm-sZKeF2JyCbQkYBe2h6kv5XougM5PmXyLVgQuwER4_bVm_ch-PMtBATrs-7LWoTEQ-Ik5Ah9miSlt6dy4M6k-354BpeetwQ/s3120/IMG_20240119_191733_1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSAlC-6yWxF_WXywZ_lJ-1qkg9y7lb5uDqw-Pf3jhqJviTOfd2Q7V9tiKsNhwN52xSvJjPMZNUewSEeaf5lKwhstY6eOZm-sZKeF2JyCbQkYBe2h6kv5XougM5PmXyLVgQuwER4_bVm_ch-PMtBATrs-7LWoTEQ-Ik5Ah9miSlt6dy4M6k-354BpeetwQ/s320/IMG_20240119_191733_1.jpg" width="320" /></a></div><br /> <p></p>infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-34848258377770731252024-01-10T07:11:00.000-08:002024-01-17T05:49:21.170-08:00Mis propios mitos<p>Quería distinguirme de ciertos mitos que tenía, presunciones y condicionantes... al ponerlos por escrito, como hechos que he ido descubriendo a lo largo de estos meses. </p><p>Mis descubrimientos anuales 2023 se pueden resumir en dos temas, básicamente:</p><p>-Aunque te digan que cada embarazo es diferente no te vas a poder imaginar hasta el punto de lo diferente que puede ser, ni con respecto a una misma ni con respecto a otras mujeres.</p><p>En este sentido, por ejemplo, con lo que conlleva la crianza de un bebé a mi siempre me ha molestado darle el pecho a mi hija delante de la gente y no es algo que quiera imponerle a nadie, pero la voz común ha sido criticarme a mi por encerrarme en el baño y preferir esa incomodidad que la incomodidad de estar rodeada de otros mientras amamanto. Creo que mi posición es poco habitual, pero es la que tengo y así lo siento yo. Para mi amamantar fue (y ya he decidido que esta vez no lo haré) un momento con mi hija, algo especial pero no para los demás, casi ritualístico. También haber hecho una lactancia materna exclusiva y prolongada hasta más allá de los dos años y medio de la vida de Almendra me da el cupo para siempre y me llevo un buen recuerdo. Cuando no era obligada a darle el pecho delante de nadie, que es lo que se lleva ahora y se da por asumido que es lo que quiere toda madre, cuando algunas preferimos el recogimiento.</p><p>-Si todo ocurre al mismo tiempo y el tiempo es un conjunto de líneas paralelas que, si bien, no se tocan, se resienten en el agujero o conexión que tienen cuando coinciden en la misma altura de la línea de abajo o de arriba. Con resienten me refiero a conectarse de alguna extraña manera parecida al déja vu, por ejemplo, cuando conoces a una persona que luego será sumamente importante en tu vida el hecho de que te atraiga es porque ya la has conocido, al mismo tiempo que la estás conociendo estás ya teniendo hijos con él o haciendo un viaje memorable. La tragedia y el amor potencian ese primer encuentro haciéndote sentir que "es como si lo conocieras de antes" o simplemente, no sabes por qué, pero te atrae.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLvRM7-4pchEopMJBPROr_FY1M21lCbsUyIXg4IZvEq6g3HNdbSO8F4Z4-4YbEDKpic2j1pHGwYQWI2KS36Lh1vzOWzlwj3JrvuLgb-BSLwcTE4asttHY1T_hTabOQ0i43wNF6Ebwmhbjf4tfxaba0mPPYP2IFv34SCI_RRMgiJoo17b__k_sDNIU0t98/s3120/IMG_20240117_144735.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLvRM7-4pchEopMJBPROr_FY1M21lCbsUyIXg4IZvEq6g3HNdbSO8F4Z4-4YbEDKpic2j1pHGwYQWI2KS36Lh1vzOWzlwj3JrvuLgb-BSLwcTE4asttHY1T_hTabOQ0i43wNF6Ebwmhbjf4tfxaba0mPPYP2IFv34SCI_RRMgiJoo17b__k_sDNIU0t98/s320/IMG_20240117_144735.jpg" width="320" /></a></div><br /><p><br /></p><div style="border: 0px; color: inherit; font: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Mi hija se estira a mi lado y tengo el convencimiento</div><div style="border: 0px; color: inherit; font: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">-alivio-</div><div style="border: 0px; color: inherit; font: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">de que toda esa sangre sirvió para algo</div><div style="border: 0px; color: inherit; font: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">(sangre menstrual).</div><div style="border: 0px; color: inherit; font: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><br aria-hidden="true" /></div><div style="border: 0px; color: inherit; font: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Tengo 41 años.</div><div style="border: 0px; color: inherit; font: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">A mi florecimiento le queda poco,</div><div style="border: 0px; color: inherit; font: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">cuando no de más frutos</div><div style="border: 0px; color: inherit; font: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">irá hacia otro estado </div><div style="border: 0px; color: inherit; font: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">quizá más vulnerable</div><div style="border: 0px; color: inherit; font: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">nunca se es tan vulnerable como cuando se ama.</div><div style="border: 0px; color: inherit; font: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><br /></div><div style="border: 0px; color: inherit; font: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">La niña grande</div><div style="border: 0px; color: inherit; font: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">y la que se revuelve dentro de mi</div><div style="border: 0px; color: inherit; font: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">me ponen contra las cuerdas del presente</div><div style="border: 0px; color: inherit; font: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">en el cuadrilátero donde se enfrentan mis ingles </div><div style="border: 0px; color: inherit; font: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">y solo hay dolor.</div><div style="border: 0px; color: inherit; font: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><br aria-hidden="true" style="background-color: white; color: #242424; font-family: "Segoe UI", "Segoe UI Web (West European)", "Segoe UI", -apple-system, BlinkMacSystemFont, Roboto, "Helvetica Neue", sans-serif; font-size: 15px;" /></div><p><br /></p>infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-25528020435131663052023-11-22T01:18:00.000-08:002023-11-22T01:20:19.022-08:00Vargas Llosa y Francia<p style="text-align: justify;"> <span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; text-align: justify; white-space-collapse: preserve;">“Un bárbaro en París”, es el libro de Vargas Llosa que mi mente había renombrado como “Recuerdos de París” y por eso me quedé pensando en lo inexacto del título, pero claro, es que ese no era el título original… Y dándole vueltas a mi fallido recuerdo pensaba además en que este compendio de artículos de tono ensayístico-literario trata sobre diferentes retazos de cultura francesa y, sobre todo, de literatura francesa, que salpican en la vida del escritor peruano animándolo a hacer una remembranza y análisis de distintas figuras como Víctor Hugo, Dumas, Flora Tristán, Gauguin, Louis Ferdinand Céline, Flaubert, Simon de Beauvoir, Sartre, Camus, Bataille, Revel y alguno más. Quiero decir, ante todo, que es de mi interés la temática de la recepción peruana de estos autores por ser yo misma compatriota del que escribe este libro y que es un tema que ya me había llamado la atención en distintos momentos de mi vida. Sobre todo cuando empecé a leer a los clásicos y encontraba constantes alusiones a ciertos escritores franceses. Incluso cuando leía literatura rusa era frecuente la mención de rasgos y características de lo afrancesado (la politesse, la literatura encabezada por Tolstoi como piedra angular, las palabras en francés que salpicaban los textos rusos, etc). Culturalmente e históricamente lo francés tenía gran impacto en la literatura rusa del siglo XIX. Por mis aficiones, pues, llegué a la conclusión de que “lo francés” me llamaba con señales y, posteriormente, al encontrarme con la literatura latinoamericana del XX ya fue un canto evidente de sirenas. Dándome a conocer el surrealismo peruano, yo misma pude adentrarme en la literatura francesa, inevitablemente cruzada con este surrealismo. César Moro, Emilio Adolfo Westphalen, incluso César Vallejo y muchos más acabaron en las salas de París, en los cafés, compartiendo moda con Breton y viviendo, ante todo, esta pulsión de la que habla Vargas Llosa: lo internacional que confluye en París, como Meca y lugar de encuentro para gentes de todo el mundo, y como lugar iniciático, ante el que debías de pasar si tenías intención de ser realmente un escritor. Vargas Llosa, pues, sintió también esta llamada de sirenas, pero en una época en la que él mismo debía hacer el peregrinaje que otros tantos hacían. En los años cincuenta, sin internet, sin esta inmediatez del contacto por click con cualquier persona o información de “al otro lado del charco” no había otra opción. El arequipeño no se graduó en la Sorbona, pero sí llevó algunos cursos con el mismísimo Roland Barthes, del que cuenta una anécdota simpática:</span></p><span id="docs-internal-guid-dbb0133f-7fff-793c-c506-d85ede4ae679"><blockquote><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">“como el del grupo Tel Quel, organizado bajo el influjo del brillantísimo sofista Roland Barthes, uno de cuyos cursos del tercer ciclo en la Sorbona seguí con una mezcla simétrica de fascinación e irritación. Barthes se escuchaba hablar, tan embelesado de sí mismo como lo estábamos nosotros, sus oyentes, y contrarrestaba su enorme cultura con soberbias dosis de frivolidad intelectual.”</span></p></blockquote><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"></span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">Decía que “dándome a conocer” a los escritores surrealistas peruanos llegué a los franceses. Es preciso que se entienda que este aparente impersonal es un primera persona del singular: yo me di a conocer a mí misma, me suministré y llegué por mis propios medios. Uno me llevó a otro. Alguna cita en la cabecera de un poema. Algo de indagar y cavar hacia lo hondo en los tratados y principios de moda, de los movimientos que eclosionaron a comienzos del siglo XX. Vargas Llosa coge con gusto a algunos de estos franceses según su peruanidad, también, según su relación con Perú: en Flora Tristán y Gauguin es evidente. En este último, el más “bárbaro” de todos los que reseña, puede que se albergue la sustancia del espíritu que reivindica de París: aquí Gauguin busca lo salvaje porque es vida, como lo francés vivifica y llama a vivir si leemos con atención a Sartre y Camus. De ahí la decepción por la literatura del primero y el carácter indómito (para no adherirse a ningún equipo) del segundo. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1MoW2PF1BXdZyA6Xhbl9BsXeMnetQ1UoGZ41P2Dao85n5XAp1_D0MpiXPA-_OI20trlmEEsiqu1WLYXiiJNokF9timYcK36sec67RdrtnolGQOLvJe6l5hxoDyL0s7mjXJzyMrSmCxq-ZtrlvnrDtLxCfI_6hrAnv4jAl8Hy9ewUZrU8GsbF_viGxG4U/s717/181916_10150415080375215_7851561_n.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="476" data-original-width="717" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1MoW2PF1BXdZyA6Xhbl9BsXeMnetQ1UoGZ41P2Dao85n5XAp1_D0MpiXPA-_OI20trlmEEsiqu1WLYXiiJNokF9timYcK36sec67RdrtnolGQOLvJe6l5hxoDyL0s7mjXJzyMrSmCxq-ZtrlvnrDtLxCfI_6hrAnv4jAl8Hy9ewUZrU8GsbF_viGxG4U/s320/181916_10150415080375215_7851561_n.jpg" width="320" /></a></div><br /><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span><p></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">No pongo una foto de Vargas Llosa siendo un bárbaro en París, pero pongo a una María Elena (yo) siendo una primitva en Chartres. Las primeras veces que descubrí París e hice pequeñas excursiones, de ahí quedan fotos en las que también aparezco como una sobreviviente tras un ataque nuclear, por eso me gustan y por eso tiro de archivo y decoro las palabras con una foto en blanco y negro que recuerda a lo que Vargas Llosa nos quiere decir de lo salvaje:</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14.6667px; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span face="Arial, sans-serif"></span></span></p><blockquote><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14.6667px; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><span face="Arial, sans-serif">"La civilización había matado la creatividad, embotándola, castrándola, embridándola, convirtiéndola en el juguete inofensivo y precioso de una minúscula casta. La fuerza creativa estaba reñida con la civilización, si ella existía aún había que ir a buscarla entre aquellos a los que el Occidente no había domesticado todavía: los salvajes."</span></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"></p></blockquote><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><br /></span>infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-63192133249160352082023-06-09T09:30:00.004-07:002023-06-09T09:49:06.668-07:00El gabinete de un aficionado de Georges Perec<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1D3xIvRfMCzx7wHgyGlthBapj_hczHvVGJc-Rhe4RC2vFqOa4cw9FPbc4bCKgTvsrLudTd3iFFOH_Rs0h-a7uWPGfc_S0_hr6l7i_rGYfV7jELl97eE_S-m2eIKA3-FYWTF9k8Bwuw53qG03cjvQ8wN9slR6JXedemgD4ypDeoC4suVJniw3dVCGu/s1080/IMG_20230609_183721_004.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1080" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1D3xIvRfMCzx7wHgyGlthBapj_hczHvVGJc-Rhe4RC2vFqOa4cw9FPbc4bCKgTvsrLudTd3iFFOH_Rs0h-a7uWPGfc_S0_hr6l7i_rGYfV7jELl97eE_S-m2eIKA3-FYWTF9k8Bwuw53qG03cjvQ8wN9slR6JXedemgD4ypDeoC4suVJniw3dVCGu/s320/IMG_20230609_183721_004.jpg" width="320" /></a></div><br /></div><p><br /></p><p>Las mejores historias son las fingidas, las que dentro de un mundo te cuelan otro y otro ad infinitum. Las mejores historias son las que te toman el pelo. Y si tienen que ver con identidades creadas, dobles, o alter egos, más aún.</p><p>Este libro lo tiene todo. En el meollo está el arte: me acuerdo del Josep Torres Campalans que se inventó Max Aub y creo que Perec traza mundos en esa dirección. Pero incluyendo una muñeca matrioska de la que abrirás una detrás de otra. Cada cuadro una historia, la historia de su legitimación. Vamos por partes:</p><p>Siempre me llamó la atención el concepto del mise en abyme. Es algo de lo que he escrito mucho, sobre todo tras una sobredosis de sueños: la simbología onírica suele tener componentes del mise en abyme. Si no me has tenido de profesora de castellano, te pego el concepto de la wikipedia:</p><p>Mise en abyme, traducida literalmente quiere decir «puesta en abismo», se refiere al procedimiento narrativo que consiste en imbricar dentro de una narración otra similar o de misma temática, de manera análoga a las matrioskas o muñecas rusas, una forma fractal de metaliteratura. En la historia del arte occidental, la mise en abyme es una técnica formal que consiste en colocar una copia de una imagen dentro de sí misma, a menudo de forma que sugiera una secuencia infinitamente recurrente.</p><p><br /></p><p>Perec utiliza esta alegoría para hacer una profunda reflexión sobre la obra artística: toda obra es reflejo de otra. Es decir, es un espejo, de alguna forma: "Un número considerable de cuadros, si no todos, solo adquieren su verdadero significado en función de obras anteriores que se encuentran en él", dice en "El gabinete de un aficionado", y podemos pensar que es inevitable ver en cada obra reminiscencias, guiños, homenajes, directos o indirectos, a piezas anteriores, que lo mismo pasa tanto en literatura como en pintura, y que una forma de verlo plásticamente es el mise en abyme que hay en "El Matrimonio Arnolfini" o, incluso, en el reflejo tramposo de " Un bar del Folies Bergère". Así, también pasa en el cuadro que describe Perec y que es el pilar de la novela: en el cuadro está el autor, mirando sus cuadros. Pero también un reflejo del espejo central en el que sale toda la estancia de él mirando los cuadros y así, unos dentro de otros. Pero, por si fuera poco, los reflejos juegan a trastocar elementos y no son copias idénticas, casi idénticas, pero con detalles cambiados: aquí un lazo amarillo en vez de rojo, allá un hombre gordo en vez de flaco, etc. Siniestro es el doble dentro de un espejo, me parece haber dicho alguna vez, pero más siniestro es el mundo del revés en el que todo es igual, pero ligeramente diferente.</p><p>Es curioso este Perec juguetón, más en consonancia de su amigo Queneau, y muy distante de la apatía emanada en "Un homme qui dort", mi primer flechazo con el autor de "La vida, instrucciones de uso". Este librito es un apéndice del cosmos de la novela que acabo de mencionar, pero susceptible de abrir otros cosmos dentro de ella, tal cual hacía Javier Aranda con sus títeres en "Parias", espectáculo reseñado por mí en este blog hace años.</p><p>"Como si al pintar la propia historia de sus obras a través de la historia de las obras de los demás, hubiera podido, por un instante, parecer que perturbaba el orden establecido del arte, y reencontrar la invención más allá de la enumeración, el chorro más allá de la cita, y la libertad más allá de la memoria".</p><p>Esta cita reivindica el factor de creatividad que hay en la imitación, como lo que otras veces hemos leído en Borges o Vila Matas... Aquí, en "El gabinete..." se puede decir que se ve la teoría puesta en práctica, cómo sería un arte sublevado y que al mismo tiempo nos hace participes en su juego.</p><p>Por último, apuntar la definición de gabinetes de aficionado, concepto existente:</p><p>Las pinturas que comúnmente se llamaban "gabinetes de aficionado "(kuntskammer), cuya tradición nacida en Amberes a finales del XVI, se perpetuó sin decaer a través de las principales escuelas europeas hasta mediados del XIX, fundaba el acto de pintar en una dinámica reflexiva que sacaba sus fuerzas de la pintura ajena. </p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4BsOwJyUxp6wUkOzTC4ZZ7EmpaervZB5SKdByZbTyV1XIdNEKYXgeGNi2GX5KLi1f71WoI3jJE1in-gb-OZmASNII24TW6eT32RvcldXMur86WJgVWIr5-EcKi4ytpxcFn3QLbwrJIert-gYhfdrlxFhzbIL1AeFecdMUyIqrXhASM0GEoE2BoZnQ/s1080/IMG_20230609_183721_088.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1080" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4BsOwJyUxp6wUkOzTC4ZZ7EmpaervZB5SKdByZbTyV1XIdNEKYXgeGNi2GX5KLi1f71WoI3jJE1in-gb-OZmASNII24TW6eT32RvcldXMur86WJgVWIr5-EcKi4ytpxcFn3QLbwrJIert-gYhfdrlxFhzbIL1AeFecdMUyIqrXhASM0GEoE2BoZnQ/s320/IMG_20230609_183721_088.jpg" width="320" /></a></div><br /><p><br /></p>infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-73599207135890169312023-05-04T13:25:00.001-07:002023-06-01T10:44:55.903-07:00Transhumanismo de editorial Taugenit<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNkMTt3cxAOGhfNr3PoP94pGRViR8bsQotBs-MvP2KwbpIW0RXQ9lgjLmRshQMw1V53KwKslugfUlyzHM-F82XWpQ0LZgVHKuaXTJ4VxXH5wQMts8vKUMs-cVuicuPw3Qvjxoa4y9hfJuJcZZFkSikuZLP85uqd-MvUeAXJ74RoK2TqNL_B287sI0Y/s1280/IMG_20230501_200708.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNkMTt3cxAOGhfNr3PoP94pGRViR8bsQotBs-MvP2KwbpIW0RXQ9lgjLmRshQMw1V53KwKslugfUlyzHM-F82XWpQ0LZgVHKuaXTJ4VxXH5wQMts8vKUMs-cVuicuPw3Qvjxoa4y9hfJuJcZZFkSikuZLP85uqd-MvUeAXJ74RoK2TqNL_B287sI0Y/s320/IMG_20230501_200708.jpg" width="320" /></a></div><br /><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;">Cuando se puso de moda </span><i style="text-align: left;">Black Mirror </i><span style="text-align: left;">siempre teníamos anécdotas en las que el miedo a lo desconocido (del futuro) quedaba en un telón de fondo. Cada historia rezumaba esta incertidumbre con una nota alarmante ¿estaríamos preparados para esto? parecían decirnos como mensaje.</span></div><p></p><p>Luego llegaría <i>Years & Years</i>, en la que aparece una transhumana, que harta de las limitaciones de ser una adolescente común y corriente, quiere llegar a un nivel superior su relación con el móvil y las tecnologías: fundirse completamente con ellos, ser una trans, pero no transexual como sospechan sus padres cuando ella les dice que tiene algo que contar, sino una transhumana, de camino a convertirse en ciborg.</p><p>Con chatgpt, openai, vuelve a estar en la palestra el transhumanismo, el futuro cercano que nos espera, en el que unas inteligencias artificiales tienen cada vez más protagonismo y amenazan nuestros puestos de trabajo, o que nosotros ante ese panorama aún incierto, aún borroso porque no sabemos cómo va a mutar, elucubramos de distinta forma. Ya tenemos el referente de <i>Her</i>, la película de Joaquin Phoenix en la que se enamora precisamente de una inteligencia artificial muy parecida a la que se está empezando a desarrollar para todos nosotros.</p><p>En este libro nos abordan con preguntas: ¿para qué queremos conseguir ser ciborgs? ¿para qué el transhumanismo? sobre todo nos advierten de que quizá estamos dejando de lado la pregunta por la finalidad y la causa y que sólo nos estamos centrando en la interrogante de qué es lo que nos puede traer el futuro.</p><p>El transhumanismo se define en medio de todo esto como una salida al problema de la existencia, una especie de "salvación laica". Puesto que se contraviene con el paraíso de los creyentes, ya que estaría en la tierra, y se opone también al callejón sin salida de los ateos, para los que la Nada sería nuestra última y única opción, el transhumanismo deja una luz al final de ese túnel de escepticismo: puede que no tengamos que ser mortales.</p><p>Al final nos recuerdan las opiniones de algunos filósofos y teóricos del lenguaje, como José Ortega y Gasset o Peter Sloterdijk, para quienes el papel de la técnica es primordial a la hora de teorizar sobre cómo se adapta el hombre al medio: para Ortega y Gasset el hombre no se ha adaptado al medio sino que ha hecho de la naturaleza y su entorno un lugar adaptable a la medida de sí mismo. Éste sería el papel de la técnica para él.</p><p><br /></p>infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-57173649477202652872023-04-27T12:47:00.002-07:002023-04-27T12:51:42.919-07:00Lo de que todo deba funcionar para algo<p> </p><p>Mis alumnos preguntan por la historia de mis tatuajes</p><p>como si todos los tatuajes tuvieran que tener una historia</p><p>que la tienen</p><p>pero al decir la palabra "historia" no quieren referirse a la historia que explico abajo, quieren decir el origen, sentido y finalidad de esos tatuajes</p><p>y eso sí que no es necesario</p><p>como la verdadera historia, que es inevitable, porque es lo que se ha ido creando alrededor de ellos. (Me estampo un tatuaje que luego se asociará a los momentos en los que estuvo presente y habrá un antes y un después).</p><p>Cuando preguntan por el objeto o sentido de un tatuaje</p><p>me recuerdan a ese empecinamiento por preguntar para qué sirve la literatura</p><p>como si tuviera que servir para algo</p><p>preguntar por la funcionalidad de las artes, de los motivos pictóricos que uno lleva consigo o de por qué se estudia alguna materia de humanidades es limitar a lo utilitario lo que nos construye por dentro</p><p>ya lo decía Aristóteles cuando prefería las bellas artes de las artes utilitarias</p><p>porque lo funcional nos ayuda a simplificarnos la vida</p><p>pero no siempre nos la queremos simplificar</p><p>y eso en el mundo de ahora no se entiende</p><p>en el mundo de lo positivo, que diría Byung Chul Han</p><p>en el mundo presente de lo que "si no aportas aparta"</p><p>(qué ascazo de expresión)</p><p>de las relaciones que no duran porque ya no te sirven</p><p>porque no se encuentra ya un para qué</p><p>para qué funciona esto</p><p>y si disfunciona, se desecha.</p><p><br /></p><p>Yo con un pony porque sí.</p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiNZZcLfAnPhTiwj8EzQ4JKs9XX2BdKBGSvrNiDfNKNRozsDj0AOfcAw-u-y8hYQY1ovcily0uXS4n5pAKjlp98vrFWKTkxJekq8NeYR_QDPgVAwpxCwz-YoHrm3R2PkpbRJMFVVC944kbY8WmifHT8ZzqLw7ZDQ8cRhQ3JKRMq6WIhqXBiIOfCHCi/s1280/IMG_20230427_194709.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiNZZcLfAnPhTiwj8EzQ4JKs9XX2BdKBGSvrNiDfNKNRozsDj0AOfcAw-u-y8hYQY1ovcily0uXS4n5pAKjlp98vrFWKTkxJekq8NeYR_QDPgVAwpxCwz-YoHrm3R2PkpbRJMFVVC944kbY8WmifHT8ZzqLw7ZDQ8cRhQ3JKRMq6WIhqXBiIOfCHCi/s320/IMG_20230427_194709.jpg" width="320" /></a></div><br /><p><br /></p>infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-68801027084721980302023-04-14T08:26:00.002-07:002023-04-14T08:30:07.921-07:00Mrozek, aún trocitos de Polonia<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-JzKiQwwMq-0hd3XyAu0oiJg9hQaaGL48uqkrX_yY9uI8_iwqj6dXaI1QzFv00-1oF810-tsXgGHjyMHbUcdBtOo5scgjMq4x90P04nA7lluds17zOYv2rP-xaVYEgLGnb8lHTOLtUHkKQ_tWGPlzmJyhlFoBd6Wk4C9T7U7CDKlAh5Y5MZr56aGn/s3120/1681483484093.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-JzKiQwwMq-0hd3XyAu0oiJg9hQaaGL48uqkrX_yY9uI8_iwqj6dXaI1QzFv00-1oF810-tsXgGHjyMHbUcdBtOo5scgjMq4x90P04nA7lluds17zOYv2rP-xaVYEgLGnb8lHTOLtUHkKQ_tWGPlzmJyhlFoBd6Wk4C9T7U7CDKlAh5Y5MZr56aGn/s320/1681483484093.jpg" width="320" /></a></div><br /><p></p><p></p><blockquote><p><i>No había nada.</i></p><p><i>¿Y si había algo?</i></p></blockquote><p></p><p><br /></p><p>Esta es la duda que amenaza al lector, con la que Mrozek nos apunta directamente a la parte más débil de nosotros, la de nuestros desvaríos, el origen de nuestras tribulaciones. Hermano de sinsentido de Samuel Beckett, su sosias polaco Slawomir Mrozek, es el trocito de Polonia que me llevo en abril, cuando todo se resiste a la vida, en tierras estériles, porque todo sigue yendo en picado desde que Vladimir y Estragón no saltaron, desde que Eliot prefigurara las sombras errantes de una Ciudad Irreal, y aquí estamos en Benidorm, primavera, todo haciéndose vivo en lo estéril de los esqueletos de hormigón.</p><p>Mi maquillaje debe ir a juego con mi estado de ánimo, al igual que mi música, al igual que mi ropa, al igual que las lecturas que llevo conmigo. Algunos complementos te acompañan, otros no, todos suenan igual, o al menos no deben contradecirse entre sí. Penderecki daría su visto bueno al final de la tarde. </p><p>Hermano en el sinsentido, compañero de absurdos, coincidirían ambos en París, en el café, siempre los escritores que me gustan eran amigos en torno a algún café. Ojalá se recuperaran las buenas costumbres y ojalá algún café con escritores afines a mi en Valencia. Me gustaría que me recomendaran un sitio y reunirnos como se reunían Mrozek y Beckett.</p><p>"El árbol" es un conjunto de cuentos, todos muy actuales, con ese estilo completamente vivo que te coge por detrás y puede llevarte a bailar o a adormecerte para inducirte algún sueño muy loco. Y claro, cuando te despiertas te das cuenta de que no quieres agotar el libro y por eso lees los cuentos con cuenta-gotas. </p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbmqDYIhXRPkCPb5GGUYxCiNqnHaXSayVZGeUjIrEynXQ0o89HpzCReqIZ_WtzRoAHr8smkbvySdlcdhlycGLBkuGtimvPubu_prMt2z5frqpi-eS5R3g5XgmlHqUNf51aZhHx9_xPV_4HsQtJhK8VxmmcLVAzsanCIIPi_H9I_pNlLZYNqrJsrTmW/s3120/1681483919300.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbmqDYIhXRPkCPb5GGUYxCiNqnHaXSayVZGeUjIrEynXQ0o89HpzCReqIZ_WtzRoAHr8smkbvySdlcdhlycGLBkuGtimvPubu_prMt2z5frqpi-eS5R3g5XgmlHqUNf51aZhHx9_xPV_4HsQtJhK8VxmmcLVAzsanCIIPi_H9I_pNlLZYNqrJsrTmW/s320/1681483919300.jpg" width="320" /></a></div><br /><p><br /></p><p>Y si no hay nada. Y si hay todo después de esta página. Después de esta otra. </p><p>-Ninguno de los dos se movió.</p>infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-43087657256508558142023-04-10T09:13:00.002-07:002023-04-14T08:26:43.709-07:00Emilio Adolfo Westphalen<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6iUNOPoBXdIq53fLsQLgu7L08xDNarlzITttBcfDNFDcHXkNZU9Vt3i6P_vJT7SZowv_XxNc6TogSq1rVEJYqfG3sWTcp6g5Ww0yM2eIt9nTZEtb4uMDPZz10lyRd9E19N9bOTRAQDMUjVUEMijt8Ksm_sJ2WdIOSYAcJvNJhC3jnSI8cEH2gdoMt/s1280/IMG_20230410_173900.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6iUNOPoBXdIq53fLsQLgu7L08xDNarlzITttBcfDNFDcHXkNZU9Vt3i6P_vJT7SZowv_XxNc6TogSq1rVEJYqfG3sWTcp6g5Ww0yM2eIt9nTZEtb4uMDPZz10lyRd9E19N9bOTRAQDMUjVUEMijt8Ksm_sJ2WdIOSYAcJvNJhC3jnSI8cEH2gdoMt/s320/IMG_20230410_173900.jpg" width="320" /></a></div><br />Mucho he leído a los surrealistas peruanos y poco lo he comentado por el blog. Tengo un vídeo en mi canal de youtube leyendo el poema "Mundo mágico" de Emilio Adolfo Westphalen, que me fascinaba y que releía habitualmente hasta aprendérmelo de memoria. <p></p><p>Ahora que está de moda Leonora Carrington, puedo hacer un alegato a favor de los poetas surrealistas peruanos, desconocidos en la península incluso entre la gente de letras, para quienes el nombre de Blanca Varela sí que es conocido, pero que, pobres de ellos, no han disfrutado de los poemas de César Moro o de Emilio Adolfo Westphalen.</p><p>"Simulacro de sortilegios" es, a todas velas y amuletos, lo que su nombre indica: poemas como conjuros, o si los conjuros fueran poemas estarían reunidos como los hace Westphalen, con palabras que invocan en susurros realidades que emergen tras heridas invisibles, gritos contenidos en lo voraz cotidiano: "vano embate de la sangre inocente /destemplada fiereza de terremoto detenido". Una pulsión de la que sabe hacer cuenta el poeta y lo hace emerger a través de sus palabras, el lector observa a través de la misa o ritual del símbolo frente a él, así es la experiencia de la poesía que brilla desde el pozo más oscuro, a veces el de la muerte y ahí es donde aparece el mundo mágico del poeta "tengo que darles una noticia negra y definitiva". Tan solemne como el mejor Vallejo en sus heraldos negros y tan coqueto con el absurdo como el más descarnado Beckett "escribía una carta infame, pero dije amorcitos".</p><p>Precisamente, Westphalen tradujo a Beckett y acercó la poesía de la Generación del 27 al territorio Latinoamericano, siendo amigo de Juan Ramón Jiménez, Guillén y sobre todo Cernuda. Asiduo a los cafés de París donde entablaría amistad con la crème del surrealismo y donde también trabaría hermandad con César Moro, el poeta de las tortugas y del alba (del cual también tengo un vídeo recitado en mi canal).</p><p>Me siento cercana a Emilio Adolfo Westphalen porque le habla a la María Elena que sueña y cuando sueño mi lenguaje es el suyo y conecto con mi espacio nocturno a través de estas páginas que guardan lo mágico y lo onírico. Lo mágico, también, que abriga el territorio limeño en nuestras tradiciones. Pienso en estos poetas y recuerdo a mi mamita Alicia y sus formas de sanar. Recuerdo el trozo de carne en mi cuello desprendiendo olor a vinagre. Sortilegios.</p><p>El poeta sin enigma desfallece.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipZRYovoGafKdazLOnwUAWlaZHRTKE99vUZmCpKHSTbVbPuqTR11WGz3zDBQQIGKLwGnXCNpk_AL_o3H_pphQ32tIYXheuJOYSdes0fjkyp9k05KpV1vWZ-zwt1PUnInC_AflJkF__6Z4QqFJmI7ntO5xb1EIfe6T4KVjyuT0j2lFzfJ_MazPWXe47/s1280/IMG_20230410_181252.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipZRYovoGafKdazLOnwUAWlaZHRTKE99vUZmCpKHSTbVbPuqTR11WGz3zDBQQIGKLwGnXCNpk_AL_o3H_pphQ32tIYXheuJOYSdes0fjkyp9k05KpV1vWZ-zwt1PUnInC_AflJkF__6Z4QqFJmI7ntO5xb1EIfe6T4KVjyuT0j2lFzfJ_MazPWXe47/s320/IMG_20230410_181252.jpg" width="320" /></a></div><br /><p></p>infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-85943812394138184672023-03-17T09:53:00.002-07:002023-03-17T09:53:46.330-07:00Yo nací en 1982 y Kim Ji Young también<p>He acabado de leer esta novela que estilísticamente no me ha llamado la atención, pero que el argumento me ha resultado muy ameno y ágil de leer. A pesar de que la novela trata un tema serio como es el de la desigualdad que vive la mujer en Corea del Sur, puedo decir que el principal atractivo para mi de esta novela ha sido no su reflexión sino el entretenimiento que he conseguido de ella, como si hubiera estado viendo una serie distendida antes de dormir o una película para desconectar. Quizá es que estoy acostumbrada a lecturas de otro estilo y para que puedan gustarme a todos los niveles tengo que gozar también de la forma. Pero en la vida estamos hechos de claroscuros para poder apreciar el otro punto de la balanza y así como puedo comerme un burger king y disfrutarlo al máximo, no todo tiene que ser entrecote.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghnis0x4xyeeNxCWcSam6Mg3Xd-59z_8x6jhyUx5s0KlMryEbx7EZplRgDcuuCpujHuxQiM6TbNd8ACClfnukz_h28YjVEPOzCdyLZsgXwbGVbaprTnSBP0xCrLUdnLuGZC3yGYGoas9fcg_Kl2h9_AKM1eoNfr5kMhplvuAAdwQnZ1lig5TmoqOy-/s588/kim-ji-young-nacida-en-1982.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="588" data-original-width="381" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghnis0x4xyeeNxCWcSam6Mg3Xd-59z_8x6jhyUx5s0KlMryEbx7EZplRgDcuuCpujHuxQiM6TbNd8ACClfnukz_h28YjVEPOzCdyLZsgXwbGVbaprTnSBP0xCrLUdnLuGZC3yGYGoas9fcg_Kl2h9_AKM1eoNfr5kMhplvuAAdwQnZ1lig5TmoqOy-/s320/kim-ji-young-nacida-en-1982.jpg" width="207" /></a></div><br /><p><br /></p><p>"Kim Ji Young, nacida en 1982" es una obra literaria feminista que retrata las condiciones laborales desfavorables que enfrentan las mujeres en Corea del Sur. A través de la vida de su protagonista, Cho Nam-Joo nos muestra la discriminación de género, la brecha salarial y las barreras culturales a las que se enfrentan las mujeres en su camino hacia la igualdad de género.</p><p>La novela de Cho Nam-Joo me recuerda a la obra "La Cosmética del Enemigo" de Amélie Nothomb, en la que también se aborda la discriminación de género en el lugar de trabajo en Japón. Aunque las dos obras abordan temas similares, la novela de Cho Nam-Joo se centra en la realidad de Corea del Sur y las experiencias de las mujeres en este país: al inicio de la novela vemos que la protagonista padece una rara enfermedad mediante la cual habla como si estuviera poseída por otras mujeres con las que ha tenido trato en su vida y se comporta y gesticula como ellas, está realmente poseída y menciona hechos que solo estas mujeres podrían conocer. Esta es una metáfora no muy retorcida de lo que pretende comunicarnos la novela a través de la protagonista que habla en boca de todas las mujeres, por si no nos había quedado lo suficientemente claro.</p><p>Echo en falta en la trama argumental que nos expliquen cómo conoce a su marido, porque de repente ya está planeando la boda, y conocemos sus anteriores pretendientes pero no cómo llega a estar con el elegido. A los hombres se les presenta ambivalentes: hay algunos muy pacientes, comprensivos y buenos, como las parejas de Kim Ji Young, pero luego también están los jefes depravados que se sientan con ella en la cena de empresa y la hacen beber, o los pervertidos que ponen las cámaras en el baño de mujeres y sobre todo esa camaradería de chicos de no delatarse, ni siquiera el que tenía novia en el trabajo.</p><p>Llama la atención que la contextualización de esta historia sea en la época contemporánea, que Corea del Sur sea una sociedad incluso más atrasada moral e ideológicamente que la sudamericana, que es la que yo conocí los primeros años de mi vida al ser una chica del 82 de Perú.</p>infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-56432122083643246332022-12-31T02:30:00.004-08:002022-12-31T02:30:42.964-08:00Javier Marías colándose por debajo de la puerta<p> No podia dejar pasar el último día del año sin escribir una reseña sobre la primera novela que leo de Javier Marías y que escogí el día de su muerte.</p><p>2022 ha sido el año en el que falleció este escritor español y han sido sus fotos las que me motivaron a leerlo: me pareció jovial, jovial incluso con las décadas encima, con gabardina, con gafas, peinado y despeinado. Las fotos en blanco y negro de Javier Marías me parecieron elegantes, y por extensión, él también me lo pareció. </p><p>No había leído nunca a Javier Marías. Tampoco lo tuve agendado. Sin embargo, el día que murió busqué entre sus títulos y me quedé con "Mañana en la batalla piensa en mi". Lo elegí por cómo sonaba, de ahí la importancia de un título. Empaticé o creé un vínculo con esa frase y, al mismo tiempo, se transformó en epitafio de un Marías consustancial, aquel que enuncia desde el otro lado.</p><p>No la acabé hasta anoche. Es mi profesión de ahora una profesión molesta cuando roba espacio para la lectura de libros que quiero por libros que no quiero. No se parece a otro tipo de trabajos en los que en tus interines puedes cogerte un libro, porque el libro que te tienes que coger en esos espacios muertos siempre serán los del trabajo. Anoche, decía, acabé con Javier Marías, con el que quedaba, y se me ha quedado flotando el epílogo y algunas reflexiones generales y más bien vagas, pero corro el riesgo de que se hagan cada vez más vagas e incluso evanescentes si es que no consigno por escrito al menos las que me pululan ahora mismo. Siempre es el momento más adecuado, la resaca del libro.</p><p>Iré de atrás para adelante, o mejor dicho, del final hacia el inicio: el epílogo menciona una aseveración de Cioran sobre la inutilidad de la lectura de novelas. Cioran no lee (leía) novelas porque son ficción y ya hay demasiada realidad como para ceder terreno a historias que ni siquiera han ocurrido. Marías defiende la razón de ser de las novelas arguyendo que son todo posibilidad, que si bien no han sido son la realización de una de tantas posibilidades que brinda cada camino a seguir. Es decir, defiende la potencia de realidad que hay en las novelas. Yo mientras leía esto pensaba en que lo verdaderamente importante de las novelas no es la potencia de realidad que hay en ellas (una historia verosímil o factible) sino que son un modelo en el que muchos podemos vernos reflejado: la anécdota de la historia puede ser una metáfora que cada uno asimila como quiere: mis reflexiones son diferentes a las que extrae el mismo autor sobre su novela. Esto es lo universal que hay en la novela. </p><p>Javier Marías dice que su novela va de engaños: no meramente el hecho de que una pareja se ponga los cuernos, sino que a partir de la ocultación la vida que es para uno no es la misma vida que tienen de ti los demás. Gombrowicz hablaría del ser para sí mismo y de la mirada del otro que te deforma. Marías plantea una realidad entera imposible cuando existen distintas perspectivas. Y resume todo en el engaño y la ocultación, el papel que tienen en las vidas de las personas.</p><p>Para mí "Mañana en la batalla piensa en mi" ha sido una novela cuya potencia radica en la capacidad de contar: ya solo por esto me vale la pena. No me fijo en las novelas por sus anécdotas, sino por la forma en la que estas son contadas a través de un hábil narrador. Y Javier Marías lo es. No es trivial que sus primeras cincuenta páginas sean basadas en un simple encuentro que ocurre en unos quince-veinte minutos. Te devoran, esas páginas te devoran a ti como lector.</p><p>El título está extraído de una obra de Shakespeare, Ricardo III, a la que hacen alusión en la novela. El protagonista, un raro alter-ego del escritor (a mi parecer), es el encargado de relatar toda la historia en una especie de monólogo silente, a lo Molly Bloom, casi en su totalidad. Tras pasar los primeros veinte minutos de la historia, vertiginosos y tensos, te cuenta lo que hace el personaje y sus elucubraciones: recuerda a cualquier personaje de Camus o existencialista, que por evitar males mayores acaba cometiendo actos torpones y aparentemente irreflexivos. Aquí radica el juego de la novela, las decisiones del protagonista, su forma de calibrar y sopesar caminos, sus encrucijadas y el hecho de cometer no llega a delitos, pero sí situaciones extremas en las que se ve envuelto, y la forma en la que te hilvana los pensamientos para que puedas llegar a comprender a un personaje que "se complica las cosas".</p><p>Hay una historia de flashback que resulta muy interesante y que introduce una de las reflexiones de la novela: el hecho de devenir un "coyacente", cuando alguien con quien has tenido relaciones sexuales las tiene con una persona nueva te hace coyacente de esa persona. El protagonista vuelve a esta reflexión en diferentes momentos, le parece que en alemán hay un término para este concepto. Vuelve a esta idea por el extrañamiento que de ella le embarga cada vez que se cruza con algún coyacente: "me ha hecho coyacente de este señor pusilánime", como si dijera de tanto en tanto.</p><p>El protagonista es simpático hasta cierto punto, porque derrocha una mirada masculina muy fuerte, poco apta para pasar el filtro feminista de hoy en día. El mío no lo ha pasado: es un protagonista putero, un poco salidorro (bastante), habla de a dónde se le van los ojos y la incapacidad de los hombres de poder reprimir esa mirada hacia una mujer, le falta anotar puntuaciones en base a los cuerpos femeninos, es voyeur, un tanto de stalker, persigue a la hermana de la muerta e incluso da por hecho que se la va a ligar, además de (y lo peor de todo) sólo yacer con féminas que podrían ser sus hijas. Se habría salvado un poco de haber hablado de alguna mujer mayor que él, o que le gustara alguna de su edad, pero ni eso, es como si para alguien de ese perfil el target fuera única y exclusivamente el target de jovencitas. Un poco de miedo, sí.</p><p>Desgraciadamente, retrata un tipo de persona que existe, digo que aunque no nos guste es así y está muy bien descrito y explicado. El personaje está bordado, le lees todos los entresijos mentales. La historia está muy bien trabada y el final cierra de forma excelente. Sin revelar la anécdota principal esta sería una reseña posible de una buena novela como es "Mañana en la batalla piensa en mi". Esperemos, pues, que este Víctor, (el protagonista de la historia) no sea un trasunto de nuestro Javier Marías, por todo lo que he expuesto antes...aunque mucho me temo que nos da pistas de que sí: cuando da un nombre falso dice Javier y además te lo describe como un escritor aficionado (un negro, como le llaman a los escritores que escriben por encargo). Sin embargo, este Víctor es capaz de comer en restaurantes pijos londinenses al mismo tiempo que un Mac Pollo del Mac Donalds... Yo le doy el beneficio de la duda.<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuyCwdEdkmrpehdvROgWoWdnfckoxqPsTjIdhL2MSASXIoWzhnY8IS89j_Crpaceo_KoBTF95l-ouisM54rw5YEmeFkPENTXAIBujBoNrt4003M7KBDww3EAxnEUU7C4epcJtM7SCLn76PQ5Al0ZHITGU80RCaSQjexk41wnHO_tw4BL-tkePg8bFd/s800/img_0050-javier-marias-3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="533" data-original-width="800" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuyCwdEdkmrpehdvROgWoWdnfckoxqPsTjIdhL2MSASXIoWzhnY8IS89j_Crpaceo_KoBTF95l-ouisM54rw5YEmeFkPENTXAIBujBoNrt4003M7KBDww3EAxnEUU7C4epcJtM7SCLn76PQ5Al0ZHITGU80RCaSQjexk41wnHO_tw4BL-tkePg8bFd/s320/img_0050-javier-marias-3.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Javier Marías fumando como el prota de "Mañana en la batalla piensa en mi"</td></tr></tbody></table><br /></p><p><br /></p>infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-75712457072240928932022-09-10T09:47:00.001-07:002022-09-10T09:47:35.319-07:00Libro del desasosiego again<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiu3Tx_97Ll8PjZ73i4awX9TvIlvVHIjCPFSKq1lXt51O-Qv_Xy0_SdS46wgwTJoEfuFizm2PoQsz5NfA-SyjNuDQ7kI8CnXrtnHDwhxdpOvdKcDC-0aylH8uQiTL2SmEsabvtm26hGkjShjybRHgUcUsWfnJDZLiy1UxGk2a5gfw1OfVfwmpEtafY4/s2592/IMG_20220910_155650.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2592" data-original-width="1936" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiu3Tx_97Ll8PjZ73i4awX9TvIlvVHIjCPFSKq1lXt51O-Qv_Xy0_SdS46wgwTJoEfuFizm2PoQsz5NfA-SyjNuDQ7kI8CnXrtnHDwhxdpOvdKcDC-0aylH8uQiTL2SmEsabvtm26hGkjShjybRHgUcUsWfnJDZLiy1UxGk2a5gfw1OfVfwmpEtafY4/s320/IMG_20220910_155650.jpg" width="239" /></a></div><br /><p></p><p>Qué bomba es este libro en las manos de un adolescente melancólico, ahora lo veo mucho más claro que cuando era una joven cioranesca. Y es que en la soledad todo se vuelve sublime, la soledad es la bandera del incomprendido, del que se siente no pertenecer. Releer el <i>Libro del desasosiego </i>viene a ser una dosis de almíbar, había olvidado el sabor, me había quedado sólo con el contenido, que era el contenido mismo de mi sentir en aquella época, pero había olvidado este azúcar que contiene en sí la melancolía, la parte dulce de esa tristeza. Decía de la soledad... es el telón de fondo de las capas de sentimientos que se superponen en este libro, esta soledad es el sentimiento que marca al que se siente un paria, un fuera de lugar, como el Pessoa de la portada, tan vídeo icónico de The Verve, mientras el resto pasan frente a él y alguno le da un empujón o un codazo, pero Pessoa está ahí, caminando, un pie delante del otro, con su cigarro apagado en la boca, vacilándoles, porque va a su tienda de tabacos favorita a inspirarse un poquito.</p><blockquote><p>Dios me ha creado para ser niño, y me ha dejado siempre niño. Pero ¿por qué dejó que la Vida me golpease y me quitase los juguetes, y me dejase solo en el recreo, estrujando con unas manos tan débiles el babi azul sucio por las lágrimas frecuentes? Si no podía vivir sin afecto, ¿por qué tiraron a la basura mi cariño? Ah, cada vez que veo en la calle a un niño llorando, a un niño exiliado de los demás, me duele más que la tristeza del niño el horror desprevenido de mi corazón exhausto. Me entrego con toda la estatura de la vida sentida, y son mías las manos que retuercen la punta del babi, son mías las bocas torcidas por las lágrimas verdaderas, es mía la debilidad, es mía la soledad, y las risas de la vida adulta que pasa me pesan como luces de cerillas encendidas en la rugosidad sensible de mi corazón.</p></blockquote><p>El narrador es Pessoa, el semi heterónimo de Pessoa, Bernardo Soares, creo recordar, una mezcla entre el verdadero Pessoa y el protagonista de <i>Un homme qui dort,</i> de Perec, un ser que siente que ya ha pasado su momento y ni siquiera lo intenta, como un tercero en el equipo de Vladimir y Estragón, que también llegó tarde para saltar de la torre/puente. Y no quiere levantarse de la cama. Para qué.</p><blockquote><p>Voy a ser juzgado en cada hoy que exista. Y el condenado eterno que hay en mí se agarra al lecho como a la madre que perdió, y acaricia la almohada como si el ama lo defendiese de los muchachos.</p></blockquote><p>Lecho para el protagonista aúna dos matices diferentes de la acepción más común de la palabra lecho (cama): es lecho de muerte y lecho en el que yace el que descansa o se predispone a dormir. Cuando se usa esta palabra es inevitable asociarla al lecho del que muere y los escritores no dudan en utilizar esta ambivalencia o reverberancia, juegan con ella, como Cortázar en su cuento <i>El río,</i> que también se sirve de la polisemia para el símbolo de la muerte y la cama, dejándonos confundidos. Pessoa está describiendo a un ser muriente, más que a un ser viviente, es por eso que quien se aferra al lecho lo imaginamos enterrado, queriendo preservar su estado opuesto a la vida, el de la inconsciencia, al menos.</p><blockquote><p>Dormir, estar lejos sin saberlo, estar distante, olvidar con el propio cuerpo; tener la libertad de ser inconsciente, un refugio en un lago olvidado, estancado entre árboles frondosos en la vasta distancia de los bosques.</p></blockquote><p>He escrito lo de arriba antes de leer la cita que acabo de poner. Es decir, me he adelantado y he utilizado la palabra "inconsciencia" antes de leerla, lo cual me indica que voy por buen camino, que mis interpretaciones son correctas. Tanto en <i>Silogismos de la Amargura</i>, como en esta obra tenemos un yo lírico que se derrama por todos lados en romanticismo triste, haciendo de la tristeza, soledad, y alienación los estandartes de los olvidados. Esta edición, tan práctica, casi de bolsillo, que parece una Biblia portable, con marcapáginas de cinta, la trae Pre-textos, me gusta porque es cómoda y la puedes tratar como una pieza de consulta: se puede leer aleatoriamente, saltar de un lado a otro y cada fragmento es un cosmos en sí mismo que te orienta hacia la clave...que es el individuo que piensa consigo mismo y que se rompe para poder enseñar las aristas que contiene.</p><blockquote><p>Al menos, he sido siempre un extraño. Entre mis parientes, igual que entre conocidos, he sido siempre considerado como alguien de fuera. No digo que lo haya sido, siquiera una única vez, intencionadamente. Pero lo he sido siempre por una actitud espontánea de la media de los temperamentos ajenos. </p></blockquote><blockquote><p>Siempre he deseado agradar. Siempre me ha dolido la indiferencia ajena. Huérfano de la Fortuna, tengo, como todos los huérfanos, la necesidad de ser objeto del afecto de alguien. Siempre he pasado hambre de la realización de esta necesidad. Me he adaptado tanto a esa hambre inevitable que, a veces, ni sé si siento la necesidad de comer. </p></blockquote><blockquote><p>Con esto o sin esto, me duele la vida. </p></blockquote><p><br /></p><p>He sido siempre un extraño nos remite al personaje Harry Haller de Herman Hesse. La incomprensión, el detallar su poca conexión con los congéneres, recuerda la confesión del protagonista de <i>Memorias del subsuelo</i> de Dostoievsky. El hecho de su extranjería en el mundo de los humanos, conecta directamente con <i>El extranjero</i> de Camus. Pero sobre todo es el Álvaro de Campos de <i>Tabaquería</i>: el que siempre esperó a que le abrieran la puerta junto a un muro que no tenía puerta. Porque lo que anhela Bernardo Soares y el mismo Pessoa, o en todo caso, el yo lírico del poema que (también) es el <i>Libro del desasosiego</i> es pertenecer, ser reconocido; hay mucha esperanza, tal cual la había en Camus también, una esperanza desesperanzadora, pero es que el sufrimiento viene por la esperanza, ya que el que nada espera no puede ser defraudado, y todos estos escritores lo saben y se nutren de ella, de la esperanza.</p><blockquote><p> </p></blockquote><p> </p><p><br /></p>infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-66630187031552159542022-08-07T10:30:00.009-07:002022-08-09T04:33:59.569-07:00Siniestro es tu doble fuera del espejo<p>El título se me ha ocurrido sin pensarlo, así que lo he querido escribir porque el subconsciente a veces manda. Siempre vuelvo al tema del doble porque, aparte de ser uno de los motores de mi blog (mirar sección presentación) también lo es de la literatura en general, se trata de uno de los tópicos más retratados, más extendidamente tratados. Por eso se presta a ser contado en fascículos y nunca agotarse. Uno de los que más ha tocado este tema en sus cuentos es E.T.A Hoffmann, no debe sorprender, ya que en el romanticismo se da el auge del individuo y de sus búsquedas, limitaciones, márgenes... ahí es cuando aparece la duda de un solitario frente al abismo, su hondura y sus escisiones (pensar en Friedrich y su famoso cuadro, un ser de espaldas que nos oculta su cara, lo que más le define, el espejo de su alma, o sus almas o su vacío, porque las nubes que lo envuelven nos hacen sentir su confusión, no sabemos si hay alguien al timón de ese cuerpo, no nos da lugar a adivinar un rostro o rostros, máscaras o nulidad...como un borrón en el lugar de la cara). </p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_tfk_1D8PiQgPtmckYbohDWnNQUxdyRj2u0fAuYIaofmEpAAHMHxO_i9o0dWxRMlkJhyg3-GGPbWxxCzag8zpwbLKvRneTmZC1cy4Zf8X2-Qxc-wMw7NLl32pMw-9dR078f7HaF5SeOeadMhrZUXxlYtiaAarb01a0ei_GxSd0xWXUHTZ7O_UtEqT/s2592/1659885044159.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2592" data-original-width="1936" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_tfk_1D8PiQgPtmckYbohDWnNQUxdyRj2u0fAuYIaofmEpAAHMHxO_i9o0dWxRMlkJhyg3-GGPbWxxCzag8zpwbLKvRneTmZC1cy4Zf8X2-Qxc-wMw7NLl32pMw-9dR078f7HaF5SeOeadMhrZUXxlYtiaAarb01a0ei_GxSd0xWXUHTZ7O_UtEqT/s320/1659885044159.jpg" width="239" /></a></div><br /><p>Pero entre tantas obras a las que nos podemos remitir del romántico que sirvió de inspiración a autores como Poe, destaca un cuento llamado<i> Los Autómatas</i>, alegoría del futuro, quizá, ya que una máquina antropomorfa llamada El Turco es la pieza encargada de generar toda serie de emociones entre los humanos de la historia; intriga y misterio rodean a un ser que empezaba a configurarse en la época: la antesala de las inteligencias artificiales, robots, y toda esa cosmogonía que se desataría en tiempos más contemporáneos. Aquí entonces es la prefiguración de una Siri, a lo película <i>Her </i>de Spike Jonze, la primera Siri en pleno romanticismo alemán como un doble humano, que llega a compartir con nosotros ciertos rasgos, los suficientes como para que lo siniestro se intuya en el telón de fondo. Típico del Romanticismo. </p><p>Pero luego llegaría Dostoievski y escribiría su segunda novela, llamada <i>El doble.</i> Aquí encontramos a un protagonista, Yakob Petrovich Goliadkin, quien se encuentra en una situación de la que sólo sabemos que es una especie de apestado, persona no grata en el círculo social en el que se encuentra, y que al salir de la fiesta en la que lo humillan tiene una epifanía encarnada en un doble. Lo primero que notamos es que el narrador de la historia es alguien que nos habla como si de un teatro se tratase, alguien que utiliza este tipo de palabras:</p><p></p><blockquote>He aquí la situación, señoras y señores, en que encontramos ahora al héroe de nuestra verídica
historia, aunque sería arduo explicar lo que precisamente le ocurría. Había conseguido llegar hasta la
escalera y el descansillo, por la sencilla razón de que todos los demás lo habían conseguido. ¿Por qué no
iba a conseguirlo él también? Pero estaba claro que no osaba pasar adelante..., no porque no supiera
hacerlo, sino porque no quería, porque prefería obrar a la chita callando. Y he aquí por qué, señoras y
señores, esperaba allí en silencio y llevaba ya dos horas esperando. </blockquote><p></p><p>Señoras y señores suena a director de escena de teatro o circo, pero nos remite también al tono de la obra, en la que el protagonista se valdrá de máscaras de la vida cotidiana (a lo Erving Goffman) para subsistir, siempre con su talante tragicómico.</p><p>Aquí, en el primer Dostoievski, tenemos al doble que eriza la piel, al hermano gemelo diabólico y no al sosias bueno o doppelgänger benefactor. Porque desde el Romanticismo hasta la actualidad es un hecho constatable que la gran mayoría de dobles han sido retratados como la maldición, seres que encarnan nuestras peores pesadillas:</p><p></p><blockquote>Se le cortó el aliento y sintió un mareo. El desconocido
estaba sentado en su propia cama, sin quitarse el gabán y el sombrero; y con una ligera sonrisa, frunciendo
levemente el entrecejo, le dirigía un amistoso movimiento de cabeza. El señor Goliadkin quiso gritar, pero
no pudo; protestar de alguna manera, pero le fallaron las fuerzas. Se le erizó el cabello y se desplomó
exánime del horror que sentía. ¿Y cómo no? El señor Goliadkin había reconocido enteramente a su amigo
nocturno. Su amigo nocturno no era otro que él mismo, el propio señor Goliadkin, otro señor Goliadkin,
pero absolutamente idéntico a él... En una palabra, su doble...</blockquote><p></p><p>Este fragmento, al descubrir a su propio doble en la cama, nos resuena a aquel fragmento de <i>Cantos de Maldoror </i>en el que decía algo así como "alguien me mira en la pared de mi cuarto, alguien me mira con mis ojos que no son los míos" (cita de memoria, puede tener algún fallo o ser no muy exacta). Y al resonarme estas palabras creo conexiones sobre lo que es el doble desde Dostoievski hasta nosotros: un intruso, una parte que deseamos no encontrar.</p><p>El latinoamericano Cortázar es otro de los escritores que han empleado este tema del doble para nutrir sus cuentos: tanto en el que siempre recuerdo <i>Lejana</i>, como en el de <i>La flor amarilla</i>. En este último se hace una clara referencia al narciso amarillo y es la figura de Narciso a la que se quiere hacer alusión (enamorado de su reflejo una flor yace en su lugar). La historia plantea al doble de un señor que se encuentra en el autobús, pero este es un niño de trece años, un yo en otro momento vital. Cortázar cuenta la desventura del hombre mayor por querer refrenar ese bucle de yos y querer cortar con ello...hasta al final darse cuenta de su error y arrepentirse por haber matado al niño que era una prolongación de su propio yo. En <i>Lejana </i>hay un recuerdo de la obra de Dostoievski a la cual nos estamos refiriendo y me parece que no ha sido apuntada antes (al menos entre las búsquedas que he hecho no he hallado esa intertextualidad mencionada): tanto en la protagonista de <i>Lejana</i> como en Goliadkin el suceso de conexión con el Otro se genera en un puente frente a un río, como si se tratara de una especie de umbral interconector entre el "de aquí" y el "de más allá", como si el puente fuera la atalaya desde la cual se divisa un mundo y el río el fluir de la consciencia. </p><p>Podemos afirmar una pervivencia de rasgos románticos aún entre los escritores del boom latinoamericano. En <i>Aura,</i> una de las obras más conocidas de Carlos Fuentes, encontramos reminiscencias del padre Hoffmann (padre consustancial, al ser una especie de cabecilla para los autores que estamos mencionando). Es el clima de la obra una atmósfera de terror enrarecido a lo Maupassant, pero con esa idiosincrasia latinoamericana. Aquí se da el doble cruzado o quiasmo de dobles: dos parejas de dobles (la anciana y la sobrina y el protagonista y el marido de la anciana, del cual está haciendo una recopilación de memorias). El final ya se previsualiza al encontrar una y otra vez a las parejas apuntadas:</p><p></p><blockquote>Veras, en la tercera foto, a Aura en compañia
del viejo, ahora vestido de paisano, sentados ambos en una banca, en un jardín.
La foto se ha borrado un poco: Aura no se vera tan joven como en la primera
fotografía, pero es ella, es el, es . . . eres tu.
Pegas esas fotografías a tus ojos, las levantas hacia el tragaluz: tapas con una
mano la barba blanca del general Llorente, lo imaginas con el pelo negro y
siempre te encuentras, borrado, perdido, olvidado, pero tu, tu, tu. </blockquote><p>Quien nos cuenta la historia se enamora de Aura, pero Aura está ligada a Consuelo. Ambas son descritas con los mismos ojos verdes y vestidos verdes, pero en la anciana hay un contrapunto de terror, se hace hincapié en sus encías sangrantes. El final es de terror porque hay esa descripción terrorífica de yacer con una anciana que ha sido descrita como un monstruo, es curioso el no remanente de belleza que deja el autor, transformando completamente al objeto de deseo en objeto de pesadilla.</p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisCil-ZCjJtVjJ3XdSmzfVNpyw-zlKkgVZUxOC92wY9Ks9kXifZGg4oo98VIdYibfAdKhYvAn2r-Anh6a1PhoauB-UQqbHZJ0hrFDv_jzIoqocHqgJmEelg0p8F1o6aiP5TDnaiYGP4wviNkrS0LeeQon0VSLOt4RHO81rGtiR9DFxgUnVGwZmX_UU/s725/IMG_20220809_122237.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="725" data-original-width="720" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisCil-ZCjJtVjJ3XdSmzfVNpyw-zlKkgVZUxOC92wY9Ks9kXifZGg4oo98VIdYibfAdKhYvAn2r-Anh6a1PhoauB-UQqbHZJ0hrFDv_jzIoqocHqgJmEelg0p8F1o6aiP5TDnaiYGP4wviNkrS0LeeQon0VSLOt4RHO81rGtiR9DFxgUnVGwZmX_UU/s320/IMG_20220809_122237.jpg" width="318" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">dobles intergeneracionales, dobles cruzados o dobles quiasmo, dobles digitales y analógicos...</td></tr></tbody></table><br /><p>En orden de publicación tenemos a Manuel Rivas que en 1995 publicó <i>¿Qué me quieres, amor? </i>un conjunto de cuentos que le harían sumamente conocido y del cual algunos de ellos servirían para la película<i> La lengua de las mariposas. </i>Aquí también tenemos una historia llamada <i>La lechera de Vermeer</i> que se inspira en el cuadro para hacer una reflexión sobre la copia y el original, el doble, otra vez, en este caso el doble de su madre. El cuento parte de una situación, también, de terror y utiliza esa palabra: </p><p><span id="docs-internal-guid-47fbf057-7fff-ed37-e862-aff09c41d4c6"><span style="background-color: white; font-family: "Times New Roman"; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></span></p><blockquote>Voy a contarles cómo entré en contacto con el terror. Mi madre La lechera se va con su carrito y sus jarras de zinc. Estoy jugando con mi hermana María. De repente, escuchamos estallidos y un gran alboroto en la calle. Nos asomamos a la ventana del bajo para ver qué pasa. Pegados al cristal, descubrimos el terror. El terror viene hacia nosotros. Mi madre nos encontró abrazados y llorando en el baño. El terror era el Rey Cabezudo.</blockquote><p></p><p>La lechera se ve reflejada en la leche como Narciso en el agua ve su reflejo. Hay un juego de dobles que se reproducen: el chico que mira el cuadro en el que la lechera se mira a sí misma, su madre mirando la foto de una yo antigua exactamente igual a la del cuadro...</p><p></p><p>Finalmente, podríamos recordar <i>El hombre duplicado</i> de Saramago, publicada en 2002, y como es para este el hallazgo de un doble que es un actor en una cinta que está viendo en su tele. Tanto de la novela de Saramago, como de la de Dostoievski se han hecho adaptaciones fílmicas bastante actuales y es que el tema del doble literario se presta para thriller y más aún ahora con todos los dobles digitales de nuestros yos analógicos, el tema del doble se abre en un sinfín de posibilidades.</p>infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-79532659659434962772022-07-18T09:59:00.005-07:002022-07-18T10:02:00.561-07:00Historia de la Filosofía griega<p> </p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjk6R_85YgOmQT28ve6owCn5TiUN54JOjZ3Z-1xOhAeRI_tJJ4GS6nY3xR8gL2WyH5NaJNlFrGzqGyN6ikO7vL3hvPgSf8xhV0EDA9blXln3kjvgX261zvxUpvjlV0pqCm0O5rMbCUnXyE/s1920/20220716_182410.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1920" data-original-width="1080" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjk6R_85YgOmQT28ve6owCn5TiUN54JOjZ3Z-1xOhAeRI_tJJ4GS6nY3xR8gL2WyH5NaJNlFrGzqGyN6ikO7vL3hvPgSf8xhV0EDA9blXln3kjvgX261zvxUpvjlV0pqCm0O5rMbCUnXyE/s320/20220716_182410.jpg" width="180" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">la que reseña porta la trinacría</td></tr></tbody></table><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><p></p><p>Luciano De Crescenzo es un autor muy conocido en Italia; periodista, escritor y persona del espectáculo. Seix Barral trae esta edición que es una curiosidad porque, de entrada vemos una portada muy kitsch del autor posando con una escultura griega y ya sabemos que el libro no va a ser una pesada losa académica, sino más bien un guiño al lector que quiere leer filosofía pero al mismo tiempo disfruta del salseo ítalo-heleno. </p><p>No desmerece al libro el tono anecdótico (está salpicado de anécdotas, pero desde que lo puso de moda por aquí Vila Matas, ya sabemos que eso no tiene por qué incidir en detrimento de la calidad del texto), más bien lo nutre y podemos decir que apetece leer filosofía en verano de esta forma, no ha sido mala idea escoger la lectura de De Crescenzo, de paso desempolvamos conceptos olvidados de cuando leímos presocráticos cuando nos empezaba a interesar la filosofía en la adolescencia (es en esa etapa cuando se nos da por indagar en esta materia tan dejada de lado en los primeros años de la infancia, entonces la tomamos con avidez) y al mismo tiempo nos enteramos de datos nuevos que nos sirven simplemente para entretenernos.</p><p>En mi caso, como filóloga, partí entusiasmada al encontrar la relación etimológica de algunas palabras griegas con sus usos actuales y, también, la conexión de Italia con la antigua Grecia y el influjo en el vocabulario de ciertas regiones. Es el caso del término "agorazein" que se refiere al holgazanear antes de la hora de la comida, paseando de arriba a abajo por la calle, costumbre de la cual gozaban los filósofos de la época del Fedro. No hacer nada "productivo" era lo que enaltecían estos atenienses. Agorazein también es ir a ver qué se dice en la plaza, y esto dice mucho del carácter de este pueblo.</p><p>Al empezar así ya te va dando una idea de lo que vendrá: sabes entonces que los sibaritas eran un pueblo muy denostado por Tales, por ser unos vividores (y entonces vemos de dónde venía la palabra, de estos habitantes de Síbaris que son los opulentos de Mileto y que sabían cómo agasajarse bien ellos mismos, de ahí que ahora se les llame así a todos los que recuerden a ese pueblo en sus costumbres), trazamos una conexión entre todos los filósofos de Mileto y Elea, para quienes el arké (elemento primigenio) es un factor a destacar, cada cual reposándolo en algún elemento de la naturaleza, lo cual hacía que la mayoría de ellos fueran hilozoístas.</p><p>Aquí nuestro autor napolitano mezcla el pasado con el presente y te introduce filósofos actuales, conocidos por él, que pueden clarificar ciertos conceptos. Me ha gustado particularmente el de las muñecas. No voy a dar muchos datos ni nombres para no hacer spoilers, pero había un señor que coleccionaba muñecas olvidadas y abandonadas, dándoles un lugar. Para él tienen alma porque un niño en otro tiempo les insufló vida. Para explicar el concepto cuenta que él, en el velorio de su padre, no sintió nada ni lloró al ver el cadáver, pues éste ya era materia inerte que no recordaba en nada a su padre. Al llegar a casa, sin embargo, no pudo más que derrumbarse al ver a su padre en los objetos que habían sido suyos y a través de los cuales iba a seguir permaneciendo. Los recuerdos los unían con el alma de su padre y por tanto, se podía decir que esos objetos dejaban de ser inertes para pasar a ser espacios con alma.</p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicvin5IYoIPtXq_X-_l2krYK7ZSp0ZBVIQUCOQtvBQ5hKuaMK5eMuUsy4I-3K_0cG9RXdPR741BIb-zi-SIBLlxL5ojJFAPllswkFdBoCaJIxEQmQaPdlJBFmgd5bVoMB_Oijq_VD3lcDFNvKHZUIwuTqeO4YelGe6dMHXueEF9jOmEVLE8eAXvIPx/s1017/MV5BM2VkMTJkOGMtZjNhYS00YzI5LWI1ODQtZTE4NTA1OGQ5NTQyXkEyXkFqcGdeQXVyOTc5MDI5NjE@._V1_.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><img alt="muñecas para un hilozoísta actual" border="0" data-original-height="492" data-original-width="1017" height="145" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicvin5IYoIPtXq_X-_l2krYK7ZSp0ZBVIQUCOQtvBQ5hKuaMK5eMuUsy4I-3K_0cG9RXdPR741BIb-zi-SIBLlxL5ojJFAPllswkFdBoCaJIxEQmQaPdlJBFmgd5bVoMB_Oijq_VD3lcDFNvKHZUIwuTqeO4YelGe6dMHXueEF9jOmEVLE8eAXvIPx/w400-h145/MV5BM2VkMTJkOGMtZjNhYS00YzI5LWI1ODQtZTE4NTA1OGQ5NTQyXkEyXkFqcGdeQXVyOTc5MDI5NjE@._V1_.jpg" title="muñecas para un hilozoísta actual" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><blockquote><blockquote>muñecas para un hilozoísta actual</blockquote></blockquote></td></tr></tbody></table><p><br /></p><p>Otros puntos interesantes están en la oscuridad de Heráclito y la secta de Pitágoras, pero sobre todo, el concepto de metempsicosis de este último y cómo fue parodiado por algunos autores (como Shakespeare) y sin embargo tan utilizado por otros (como Joyce, aunque esto no lo menciona De Crescenzo, pero nos viene a la mente). </p><p>No voy a extenderme, porque no se trata de hacer un resumen de este libro, pero lo principal son las curiosidades que trazamos, como lectores, atando hilos, por ejemplo, al notar que varios de estos filósofos escribieron una obra que siempre se llamó "Acerca de la naturaleza" de la cual siempre se ha conservado o una enigmática frase o absolutamente ninguna palabra.</p><p><br /></p>infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-85056254886533901282022-06-21T03:17:00.000-07:002022-06-21T03:17:14.842-07:00Irene Némirovsky sobre Chéjov<p>Mi amiga Lorena, a la cual conocí en clases de ruso hace más de una década, me hace este precioso regalo con dedicatoria, aún más preciosa si cabe. Todo está atado: autores rusos, ella y yo, la edad simbólica de cuarenta años. En la dedicatoria, además, resuena una frase hecha "apuró la última copa de champán" como quien dice que vivió al límite, pero Lorena hace un guiño al hecho de que realmente Chéjov bebió su última copa de champán justo antes de morir, como una despedida por todo lo alto. Chéjov es un símbolo encarnado, el símbolo de lo que ahora llamarían resiliencia, muchísimo antes de la moda de tatuarse esta palabra o de llevarla en descripción de bio instagram. Gracias Lorena por acentuar estos símbolos y hacer estos juegos que no hacen más que darme ganas por retomar nuestra pasión rusófila.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjopp2KuYurPHNPYagfkAoALfyviofJEpB-8dBaYo56wKDaRI8Csu_U2vkLGmW77rD89AdCETpmJ5Sr8aPwJ3hHmsVzO1p4eShg9eVTvAusKh54AFpPkg7sYrO2Hexl05A8fK5FDzECFDx_sC8SD6ozD5lrT5qcwugaCAIWEHbe-TvANJxNr0cr2tim/s2592/IMG_20220616_182941.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2592" data-original-width="1936" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjopp2KuYurPHNPYagfkAoALfyviofJEpB-8dBaYo56wKDaRI8Csu_U2vkLGmW77rD89AdCETpmJ5Sr8aPwJ3hHmsVzO1p4eShg9eVTvAusKh54AFpPkg7sYrO2Hexl05A8fK5FDzECFDx_sC8SD6ozD5lrT5qcwugaCAIWEHbe-TvANJxNr0cr2tim/s320/IMG_20220616_182941.jpg" width="239" /></a></div><br /><p><br /></p><p>Lo primero que sentí fue una sensación agridulce al enfrentarme a esta lectura: me llamaban los personajes, pero el género biográfico se me hacía (preconcebidamente) un poco tostón. Nada más lejos. ¡Qué equivocada estaba! Lo mismo que pasa cuando lees una traducción de poemas de Celan hecha por José Ángel Valente, exactamente se da aquí: una biografía escrita por una autora como Nemirovsky es un placer literario, puedo afirmar que he leído esta biografía como si de una novela se tratase. De pronto, estoy inmersa en la historia de un niño que pasa frío, de familia numerosa, que no duerme y debe trabajar y estudiar a la vez. Un padre fanático que se entrega a la religión como otros a la bebida. Una madre que llora y unos hermanos mayores de talento desaprovechado. Antón será el serio, tendrá ese halo de niño misterioso y lejano hasta el final de sus días.</p><p>Pero poco a poco vemos cómo este sobrevivir paralelo a su profesión y sin dejar de lado su afición por la escritura va mutando. Chéjov estudia medicina y no deja de escribir para periódicos locales, escribe muchísimo, cuentos sin parar. Me llega a recordar a Pío Baroja: sus cuentos ligeros son lo que la gente le reclama, sus dramas (lo serio en el ruso) no serán bien recibidos hasta mucho después. </p><p>Así como la infancia de Chéjov se desmarca de la de Dickens, en el sentido de que ambos viven ciertas condiciones que sirven de inspiración para sus obras (una infancia manchada por la pobreza) pero que desde Dickens se siente emanar una humillación y en Chéjov no hay lugar para eso; con respecto al tratamiento que se da de los campesinos (mújiks) se traza un paralelismo con el resto de escritores de su época: Chéjov retrata al pobre sin romantizarlo y los aristócratas no están dispuestos a perdonar este atrevimiento.</p><p>Decía que en Chéjov no emana esa vergüenza de ser pobre, esa injusticia o melodrama almibarado de los personajes dickensianos, pero por qué. Nemirovsky nos pinta bien el carácter de un hombre desencantado, a lo Vladimir y Estragón cuando ya no quieren siquiera pensar en tirarse de ningún sitio porque ya nada importa. Un hombre de desencanto sereno. Chéjov es la serenitud que ha traspasado la pobreza, que conoce de la picardía del pobre (en un pasaje hacen pasearse a los hermanos con los patos para que vean que también ellos comen pato) y que valora la propiedad porque sabe lo que es tener que pagar un alquiler y perderlo todo (cuando pierden la casa). En un momento avanzado en la obra, cuando Chéjov ya vive desahogadamente se le compara con Tolstoi, para quien la propiedad no era nada interesante: "Tolstoi enseñaba que la propiedad es un mal. Pero, para Chéjov, ¡qué alegría ser propietario! No volver a pagar alquiler, sólo eso ya era fantástico". </p><p>Pero Chéjov está señalado por la enfermedad, y esto será decisivo a la hora de ver reflejado en sus escritos el sinsentido; late la desazón, porque para él la nada del telón final que cae tras la representación de nuestras vidas es lo siniestro por antonomasia. Así lo afirma: "Si el individuo desaparece tras la muerte, la vida no existe. No puedo consolarme pensando que me fundiré con los suspiros y los tormentos de una vida universal cuya finalidad ignoro. Convertirse en nada es siniestro. Te llevarán al cementerio y, después, la gente volverá a su casa y beberá té. Es horrible pensar en eso". Y lo pensaba. Es por eso que desde temprano sus obras tienen esa pulsión sombría por debajo, aunque estuviera obligado a escribir fácil y ligero. Hay una amenaza que él muy bien conoce, más aún en su calidad de médico, y por eso tiene muy en cuenta que no puede escapar al designio de la muerte. Su vida es trágica y serena como quien sabe del final antes de haber vivido siquiera. Su amor es fiel y triste, como del que habla Rene Char en el poema, y cae como un milagro del bolsillo, un milagro que es un reloj. Así conoce a su mujer, los últimos años de su vida, apacible, burbujeante en el champán.</p><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8qa1r42Kqi_5hbxICw2iHrQommqRRzwzE5EQZSSIXavs1TQGOimA9HNZ25ErTjN2sFrsUkAUIPfobJWHCFR1hNvOlfQjqLi_0PQtU56TS133lWiVMc8e0iq3fng4B3dAAaLIxQGD04INMVW0v0uFt3CfqUqSnFW6lHllZ-Vf-Ui84-IvNHT-mnS0C/s1564/IMG_20220616_121552.jpg" imageanchor="1"><img alt="No es casual la disposición de las imágenes, nótese cierto parecido entre la que reseña y Nemirovsky" border="0" data-original-height="1564" data-original-width="1564" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8qa1r42Kqi_5hbxICw2iHrQommqRRzwzE5EQZSSIXavs1TQGOimA9HNZ25ErTjN2sFrsUkAUIPfobJWHCFR1hNvOlfQjqLi_0PQtU56TS133lWiVMc8e0iq3fng4B3dAAaLIxQGD04INMVW0v0uFt3CfqUqSnFW6lHllZ-Vf-Ui84-IvNHT-mnS0C/w400-h400/IMG_20220616_121552.jpg" title="No es casual la disposición de las imágenes, nótese cierto parecido entre la que reseña y Nemirovsky" width="400" /></a></div><i></i><blockquote><i>No es casual la disposición de las imágenes, nótese cierto parecido entre la que reseña y Nemirovsky<br /></i><p></p></blockquote><p><br /></p>infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-65284941194845373422022-06-16T01:45:00.002-07:002022-06-16T01:45:18.311-07:00"Antiguos compañeros se reúnen"<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvP5CRK-jGMbY7WSHX5j5AihLF88uXeaD5K6wN4j9wI3OlW5qRYlB5sP6SyXQSz4Mi9paPPLoaxed6xnUeFv_ABS49mD7GdUAyuj1dgUUN65p8cAXlbztm0BPGrIiuSM8BhsD2nSX2aQ1vGlaByamamIJloqzE7CwAhwRzxUUnSlJdqOf2q2wi9P9c/s3264/BeFunky-collage.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3264" data-original-width="3264" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvP5CRK-jGMbY7WSHX5j5AihLF88uXeaD5K6wN4j9wI3OlW5qRYlB5sP6SyXQSz4Mi9paPPLoaxed6xnUeFv_ABS49mD7GdUAyuj1dgUUN65p8cAXlbztm0BPGrIiuSM8BhsD2nSX2aQ1vGlaByamamIJloqzE7CwAhwRzxUUnSlJdqOf2q2wi9P9c/s320/BeFunky-collage.jpg" width="320" /></a></div><br /> <span style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 16px;">"Ya somos todo aquello</span><p></p><p style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px !important; line-height: 18px !important; padding: 8px 0px;"><span style="font-size: 16px;">contra lo que luchamos a los veinte años".</span></p><p style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px !important; line-height: 18px !important; padding: 8px 0px;"><span style="font-size: 16px;"><br /></span></p><p style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px !important; line-height: 18px !important; padding: 8px 0px;"><span style="font-size: 16px;">José Emilio Pacheco.</span></p>infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-86217577380642877682022-06-09T01:09:00.006-07:002022-06-09T07:55:28.263-07:00Presentación 2022<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTh0uI_pdyD7-DagDErrjPYFFZDQqdEclCvKKj0OoXygPmC9O9Q4CrWU9Z-25ffW9POYZr60SgilGFpE4njtPrkC6cSZYnBxx1RIsqC1F2vRw8pspHWfVoKTcrTHA5eXU5KUJQPxcXKYt4YwOP6bWZTeMPEL5AtC_evZAt2XAwBuQekf5guuhnCgrp/s1080/IMG_20220609_093228.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="961" data-original-width="1080" height="285" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTh0uI_pdyD7-DagDErrjPYFFZDQqdEclCvKKj0OoXygPmC9O9Q4CrWU9Z-25ffW9POYZr60SgilGFpE4njtPrkC6cSZYnBxx1RIsqC1F2vRw8pspHWfVoKTcrTHA5eXU5KUJQPxcXKYt4YwOP6bWZTeMPEL5AtC_evZAt2XAwBuQekf5guuhnCgrp/s320/IMG_20220609_093228.png" width="320" /></a></div><br />Parece ser que mi plan ha sido prestar más atención a mi blog, (que por lo que se puede ver en la barra contabilizadora de publicaciones ha ido decayendo estos últimos años), así que es momento de hacer una nueva presentación con mi vestido favorito (y muy retro) de este verano. <p></p><p><br /></p><p>Siempre tuve ganas de ir a China como viaje especial. Nikita dice que lo que quiero es hacer un viaje temático a la pobreza, y añade que lo que me gusta de China ya lo he visto en Moscú. Él no entiende mi idea de China como entrar dentro de una de esas grietas por donde se cuelan en fila india las hormigas y que dentro sería estar como una hormiga más. Lo más parecido a viajar al espacio exterior o a sentir el vértigo del abismo (la experiencia sublime con anonimato y vertiginosidad incluidas).</p><p>Mi hija me ha prometido que jamás se hará adolescente. Es decir, ya la he preparado sobre esta especie en particular y afirma categóricamente que no le gustan y que no quiere pertenecer a ese gremio. Le he dicho: tú también serás adolescente y las adolescentes reniegan de sus madres. Te enemistarás conmigo. Ella dice que no, que no lo hará nunca. Al principio dudaba de su promesa, pero me ha pedido que lo escriba y así ella lo podrá recordar de mayor. Tengo pensado escribir un cuento que empiece con su propósito.</p><p>Sigo colaborando en una librería del centro de Valencia, una con mucho encanto, que se llama El Doctor Sax. Dentro, además de reseñar libros, cumplo la función de psicóloga de seres proteiformes. La teratología siempre ha sido mi fuerte.</p><p>A veces imagino que la novia de mi ex marido duerme en el colchón de mi sangre menstrual, es un hecho altamente posible. Y pienso entonces, mi sangre sigue ahí, y tú sueñas acurrucada sobre mi sangre seca.</p><p>Con respecto a conseguir un carnet de coche ya he comprobado que soy el albatros de Baudelaire. Ni tests de autoescuela, ni descifrar mapas ni rutas de GPS. </p><p><i></i></p><blockquote><p><i>exiliado en el suelo en medio de las burlas,</i></p><p><i>sus alas de gigante le impiden andar.</i></p></blockquote><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody></tbody></table><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyhM5ESICdbn8rPOesrMZZcgn8VNc9BeoguM3EeuONdOcmsdqUmIhqp0nzM2Aoytigqpb9lLy9x2TqKGTW1C1EdwLJWDc6J5smj1P73HPrT73AG5p3ejc5_Sqzv0dRBOri6Y2IVyRTaJPeVBPBA2KD7KSYzm9Qr6BJ9BgX689F48DzuHC4uZSEUEGF/s3120/IMG_20220609_163957.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyhM5ESICdbn8rPOesrMZZcgn8VNc9BeoguM3EeuONdOcmsdqUmIhqp0nzM2Aoytigqpb9lLy9x2TqKGTW1C1EdwLJWDc6J5smj1P73HPrT73AG5p3ejc5_Sqzv0dRBOri6Y2IVyRTaJPeVBPBA2KD7KSYzm9Qr6BJ9BgX689F48DzuHC4uZSEUEGF/s320/IMG_20220609_163957.jpg" width="320" /></a></div><i><div style="text-align: center;"><i>The return of lady Vengeance</i></div></i>infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-11697674135796436802022-06-07T12:43:00.005-07:002022-06-07T12:48:14.234-07:00Estupor y temblores o Amélie Nothomb podría ser yo<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCl7iOu6rAd8A1w71LpeVEz0WiZVdPJtz5-7IZozjhvZq_KyAbOXyYSq2WqaPMRHgkpJC8Q9kMLKSnPC7gifLmCw0seRG277vjrNFpS-ObNzo6yKmXlWjW-_3TChTKYuuLhTjDcEpq7BfXf1P4e13E0qOsyixSxRff3tU1wjagjNj6v9i6tzOnz0U9/s2592/1654626833108.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2592" data-original-width="1936" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCl7iOu6rAd8A1w71LpeVEz0WiZVdPJtz5-7IZozjhvZq_KyAbOXyYSq2WqaPMRHgkpJC8Q9kMLKSnPC7gifLmCw0seRG277vjrNFpS-ObNzo6yKmXlWjW-_3TChTKYuuLhTjDcEpq7BfXf1P4e13E0qOsyixSxRff3tU1wjagjNj6v9i6tzOnz0U9/s320/1654626833108.jpg" width="239" /></a></div><p><br /></p><br />Nunca había leído a Amélie Nothomb excepto en fragmentos de mis libros de clase de francés, hace años. No había llamado mi atención tampoco, quizá por mi esnobismo natural de despreciar la lectura de moda contemporánea. Sin embargo, esta lectura, otra vez veraniega (hace poco leí a Tolstoi en Sonata a Kreutzer y también pensé que se me estaba adelantando el verano) me hace pensar en mi mood, deseante y ávido de lecturas frescas. Siempre me pasa cuando estoy acabando el curso académico y llevo hartazgo de lecturas impuestas. A pesar de que estoy de cara a los exámenes (mejor dicho me tienen rodeada, más que estar de cara a ellos estoy acorralada) mi parte lectora se rebela de mi vida, del resto de mi vida. Se ha desbocado y ya no puede parar. Elijo el color, elijo a Amélie, ahora sí.<p></p><p>Y no podía ser más correspondida. El otro día suspendí el teórico del coche. Un examen para el que me había preparado muchísimo durante meses y para el que todo el mundo me decía que "cualquiera" puede aprobar. Amélie, la protagonista de la novela semi autobiográfica de la autora, se siente retrasada mental y se acepta como retrasada mental al no poder hacer las labores "sencillas" de contabilidad o papeleo que le piden en la empresa para la que trabaja en Japón. Llega a sentirse realmente idiota y la tratan como tal. Ella no deja de esforzarse, vive en la oficina, duerme ahí, se aplica y se esfuerza. La función repetitiva, mecánica y de contabilidad se le escapan a su mente, creativa y dispuesta. Quizá, a ambas nos une el espíritu del albatros de Baudelaire y no nos podemos constreñir a unos datos fijos, aunque queramos. Y aunque queramos nuestras mentes se elevan alto. Y sí, nosotras queremos amarrarlas al suelo, como un globo con helio atado a una roca, pero es claramente un corsé mal puesto.</p><p>Esta identificación me acompaña y la entiendo. Además, como he señalado en la mini reseña de la librería El Doctor Sax, hay una primera asociación fonológica con el título de la obra más famosa de Kierkegaard "Temor y temblor". Digo ahí: <i><span style="color: #666666;"><span face="-apple-system, BlinkMacSystemFont, "Segoe UI", Roboto, Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white; font-size: 14px;">¿O quizá son más las tribulaciones de la joven protagonista que debe luchar (en el sentido de la lucha agónica unamuniana) en una sociedad diferente a la occidental las que estarían en consonancia con el título del existencialista?</span><span face="-apple-system, BlinkMacSystemFont, "Segoe UI", Roboto, Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white; font-size: 14px;"> </span></span></i></p><p>En realidad, el título hace referencia en Nothomb a la actitud sumisa con la que uno se debe dirigir a sus superiores en Japón: </p><p></p><blockquote>El antiguo protocolo imperial nipón establece que uno deberá dirigirse al
Emperador con «estupor y temblores». Siempre me ha encantado esta fórmula,
que se corresponde perfectamente con la interpretación de los actores en las películas de samuráis, cuando se dirigen a su superior con la voz traumatizada por
un respeto sobrehumano.</blockquote><p><br /></p><p>Los valores están subvertidos en la realidad que se pinta en la novela, por tanto un acercamiento a la cultura nipona a través de los ojos de Nothomb es una aventura interesante, en la que encontramos un mundo nuevo en medio de lo cotidiano. Y a pesar de que contamos con datos sobre el pueblo japonés y sus famosas altas tasas de suicidio o sus jóvenes hikikomori, también podemos perfeccionar un mundo de castas a la antigua, en las que el honor y la humillación son hermanas siamesas.</p><p>El calvario de la protagonista, su camino de espinas no está exento de rosas: la antagonista es una hermosa japonesa a la cual pinta hierática, lejana y altiva. Cada enfrentamiento es una oscilación entre el masoquismo y la contemplación ante una obra de arte, cual síndrome de Stendhal. Amélie se siente entre fascinada y aplastada. Pero su alma de escritora se queda en suspenso (levita) por encima de ciertas situaciones y nos hace las mejores asociaciones de palabras: en este libro he aprendido que en japonés divinidad, cabellos y papel se dicen con la misma palabra. Aún intento trazar la analogía, el valor oculto que las une. </p><p><br /></p><p>*nota mental para dejar constancia en algún sitio y recordarme para escribir en el futuro: una reseña en la que haya leído Sed de Amélie Nothomb y relea otras obras que conozco en las que se menciona la vida o partes de la vida de Jesús...</p><p></p>infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-83739267466228379362022-06-06T00:29:00.004-07:002022-06-06T02:58:50.074-07:00Wozzeck<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6aQ5jD6qifxWeKRJvFcrnQybNAsMHyA7tBGyQ3mfEKVxJDazpuAZFA0jZNVjM7aUjk7RwAYTJhqZpd4DGOZEhONdhjO2tBHpnVyxFqybCtUToihbFn454GePiVIhMQNgHp24x9U9QcJCJwYcNs5YQUunCbNjBxvL1GD1A0CYopAYL4cYPrbDddJjj/s1600/IMG-20220605-WA0007.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="738" data-original-width="1600" height="148" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6aQ5jD6qifxWeKRJvFcrnQybNAsMHyA7tBGyQ3mfEKVxJDazpuAZFA0jZNVjM7aUjk7RwAYTJhqZpd4DGOZEhONdhjO2tBHpnVyxFqybCtUToihbFn454GePiVIhMQNgHp24x9U9QcJCJwYcNs5YQUunCbNjBxvL1GD1A0CYopAYL4cYPrbDddJjj/s320/IMG-20220605-WA0007.jpg" width="320" /></a></div><br /><p></p><p><br /></p><p>Hace cuatro años que no volvía al Palau de les Arts de Valencia, desde Turandot, y he vuelto con esta obra de Alban Berg, la más famosa de él, llamada Wozzeck.</p><p>Lo primero que uno puede comprobar es que se trata de una obra mucho más moderna de las que vemos usualmente en la programación. La música es atonal, va por libre de una melodía típica y conecta con el estadio alterado del personaje principal. El uso del escenario es sobrio, oscuro y denso: asemeja a la saga Cube por momentos y es que no puede ser de otra forma ya que lo que intentan transmitirnos es una pesadilla. Viendo imágenes de la representación actual de Wozzeck en Cataluña podemos decir que tanto ahí como en Valencia son diferentes formas de representar una pesadilla. En este caso entran en juego los trampantojos (reflejos fantasmales, aparatos que dan o quitan profundidad, efectos caleidoscópicos...) y los símbolos (el agua, el vestuario y maquillaje, marionetas, las palabras pintadas...).</p><p>Wozzeck va avanzando los primeros minutos y viene a mi mente la palabra oscuridad. Una forma de narrar la oscuridad. Y esto conecta con el desgraciado protagonista que sentenciará el trasfondo de sus males afirmando que el hombre es un ser abisal, en el que mirar dentro da vértigo. Es lo que vemos reflejado en el uso del espacio, el agujero negro y lo abisal del pecho de Wozzeck es la aparatología y vacuidad de esta puesta en escena, como un forado profundo que estuviéramos viendo de la disección del personaje.</p><p>Además está el recuerdo del agua goteando, como una tortura y como imagen de las penurias del pobre. En esto recordé Parasite (segunda alusión a películas que hago en esta reseña) y el símbolo del agua asociado al marginal. En esa película casi puedes sentir el sudor. En Wozzeck hay un momento en que el padre ve dormir al niño y dice: "incluso durmiendo los pobres tenemos que sudar" y del cubo suspendido que hace las veces de hogar van cayendo las gotas...</p><p>Otro de los factores simbólicos que un espectador distingue en un primer momento es la caracterización de todos los personajes con respecto a la familia de tres Wozzeck, Marie y el niño. Sólo estos van con la cara libre de maquillaje a lo Roy Anderson (tercera referencia fílmica). Los mimos siniestros que escampan por el escenario, sus maneras monstruosas de moverse, lo blanco y negro de sus maquillajes y sus uniformes decadentes son ejemplo de lo que es una pesadilla delirante y del carácter de sus personajes. </p><p>Los antagonistas, el doctor, el capitán, el tambor, son seres distorsionados y grotescos. Tan solo hace falta un poco de obra, y ya vemos a Wozzeck siendo torturado en una especie de artilugio de experimentación. Tal cual Saw (cuarta referencia cinéfila). Ópera terror, oscura, no apta para menores.</p><p>Sin embargo, no está exenta de poesía. Yo he recordado Todesfugue de Celan por momentos y como filóloga me atrevería a comparar la figura de repetición en poesía con el uso de algunos elementos visuales en esta obra, los fantasmales seres de negro que salen y aparecen debajo del cubo portando sus mensajes. Equipararía estos mecanismos para acentuar la repetición y el vaivén de una letanía. En mi mente sonaba el "tus cabellos de oro Margarete, tus cabellos de ceniza Sulamita". Y la queja de un desgraciado que por ser pobre y de origen indigno tiene un destino fatal.</p>infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-5464145691255390692022-05-15T04:19:00.004-07:002022-05-15T08:32:29.177-07:00Los celos o "La sonata a Kreutzer"<p>El Tolstoi de <i>La sonata a Kreutzer </i>es sumamente interesante, más que el de Anna Karenina, aquí, en la novela que voy a reseñar, trasciende lo estrictamente naturalista, trasciende no sólo géneros, sino también épocas y estilos, coqueteando con lo posmoderno, adentrándose en terrenos de lo metaliterario antes de que estuviera de moda. No es el único que lo haya hecho antes de la propia posmodernidad, pero la gracia del juego de matrioskas que hay en la novela es digna de elogio, me va atrapando desde el inicio al escarbar en el título: la sonata a Kreutzer es la obra que Bethoven compuso sobre los celos. Tolstoi al escribir esta novela estaba atravesando un fuerte episodio de celos de su mujer, quien sentía una profunda y sospechosa (para Tolstoi) admiración hacia un compositor de la época. No se le ocurre mejor idea a nuestro ruso que escribir una novela que va de un hombre que asesina a su mujer, movido por los celos, tras una escena en la que aparece un músico con el que cree que flirtea su mujer. Finalmente, la mujer del protagonista de esta novela y su supuesto amante ejecutan juntos ...la sonata a Kreutzer. Demasiado atrevido, quizá.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-p4oNHcZTusRQsI8pHOMPaz-AlV2oP-8CZwkkL-zX2Y6j2xP9kPe1THjRCLCjG56X9n6iEny7paHHW7mI5IwMJxG323C-VWTtQnvUOyKZmEiLIqDo6YU9_AikZb3e4Dyd0sFbJ9eTwqf02hxtfFecUJf8fB-PgmThINelK1NlVLBxLCBYylgZTDFD/s1280/6858732B-7749-4DEB-9D55-695C23332A85.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="1280" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-p4oNHcZTusRQsI8pHOMPaz-AlV2oP-8CZwkkL-zX2Y6j2xP9kPe1THjRCLCjG56X9n6iEny7paHHW7mI5IwMJxG323C-VWTtQnvUOyKZmEiLIqDo6YU9_AikZb3e4Dyd0sFbJ9eTwqf02hxtfFecUJf8fB-PgmThINelK1NlVLBxLCBYylgZTDFD/s320/6858732B-7749-4DEB-9D55-695C23332A85.jpeg" width="320" /></a></div><br /><p><br /></p><p>En nuestros días, en medio del debate reciente sobre los días de baja por regla, la consecuente polémica de que esto significará menos contratación de mujeres, el tema de las mujeres que se sienten acosadas por hombres que las intimidan verbal y espacialmente, y toda esta revolución femenina en lo social... leer una novela decimonónica en la que la mujer está empezando a erigirse (casi) como ser humano, es curioso, comparar y ver lo que se entiende por derechos y libertades y por categorías como marido, esposa, matrimonio, amor conyugal y fidelidad. </p><p>También vivimos la época de "lo tóxico", lo que llamamos tóxico y el radar hacia lo que pueda ser tóxico. Hace poco leí en un foro una noticia de una chica que decía que su novio iba a dormir en un hotel en la misma habitación que su ex, porque le había tocado así de todo el grupo de amigos que se iban a pasar unos días de vacaciones. La que contaba la historia decía que sentía celos pero que tenía miedo de estar siendo tóxica por esos celos. Había gente pensante en ese foro que le advertían de lo lejos a lo que se estaba llegando socialmente con catalogar absolutamente todo de tóxico y de que si no somos liberales/libertinos/modernos estamos rozando lo tóxico y no merecemos tener relaciones sexoafectivas, por usar términos de moda.</p><p>En esta historia se puede trazar un paralelismo: en vez de que uno de los miembros de la pareja sienta celos porque ve cómo el otro miembro le pone corazones en instagram a mujeres en bikini o a exes o lo que sea, aquí en la sonata el protagonista siente celos de miradas y el narrador protagonista cuenta que así es como se instauraban los celos por aquel entonces: miradas y coqueteos tan sutiles que no se sabe si son coqueteos y cuáles son las intenciones. Pero el paralelismo se puede ver, entre ambas épocas. A partir de esto, podemos extrapolar el resto de inferencias a través de la lectura de la obra. Tolstoi no adjudica a la histeria el carácter voluble de la mujer, Tolstoi denuncia la situación de una pareja que se siente atrapada en el compromiso y cómo muchos no se dan cuenta de la infelicidad que sienten:</p><p></p><blockquote><p>Charcot hubiese dicho de fijo que mi mujer era histérica, y yo un
ser anormal, y se hubiera empeñado en curarme, pero no había
nada que curar. Así vivíamos en una bruma perpetua que nos
impedía reconocer nuestra situación. Y de no haber sucedido lo
que sucedió, hubiera vivido así hasta mi vejez y al morirme
hubiera pensado que había llevado una buena vida,
no muy buena tal vez, pero tampoco mala, igual como todos;
no hubiera comprendido en qué abismo de desgracia y de baja
mentira me debatía. Éramos como dos galeotes sujetos a la misma
cadena, que se aborrecen, que se envenenan la existencia, que
tratan de aturdirse. Yo ignoraba aún que el noventa por ciento de
los matrimonios vive en ese infierno en el que vivía yo, y que no
puede menos de suceder así. Aún no sabía esto, ni por los otros ni
por mí mismo. </p><p></p></blockquote><p><br /></p><p>Al final de la obra, tras el asesinato en el relato del protagonista, se desarrolla en el posfacio una serie de explicaciones para que no pensemos que Tolstoi es partidario del asesinato ni que justifica a su narrador, pero que su obra puede que sea para él una denuncia de las voluptuosidades que llevan al ser humano en general para cometer toda clase de atrocidades; voluptuosidad es lo mismo que decir la desmesura para él, muy lejos del significado de lo que entendía Dostoyevski por voluptuosidad en Memorias del subsuelo.</p>infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-80637903789844331802022-04-25T12:26:00.003-07:002022-04-25T12:36:46.177-07:00Todos mis profesores se mueren<p>No han pasado días desde que Arcadio López Casanova falleció y hoy me entero que Juanvi Martínez Luciano también ha dejado de existir entre nosotros. Aún no me recupero de la muerte de mi tutor, Josep Lluis Sirera y estas dos recientes desapariciones hacen que se vuelva a remover todo, junto con mis años de universidad, mis lecturas y mis referentes literarios y vitales. Porque es que encima estas personas eran de una calidad humana inigualable: Arcadio era elegante, creo que lo he mencionado en mi blog en algún momento hace años, era elegante incluso cuando lo encontrabas en el autobús vestido de vaqueros y bajando en Torres de Serranos, con las bolsas de la compra, aún así lo veías y recitabas matemáticamente El Rayo que no cesa, o veías desdoblarse frente a ti las cábalas machadianas. Arcadio tenía una voz y un aplomo, su forma de transmitir poesía no la ha hecho nadie que yo conozca. Me siento grandemente afortunada de haber tenido a esos profesores en mi vida, en la Facultad de Filología de la Universidad de Valencia, donde va a haber un agujero muy grande; puede que aún viviera yo los años dorados, la época de oro de los mejores profesores de la Universidad, muchos eminencias teatrales, cada uno con sus potencias como dones, como las Spice Girls, cada uno de una particularidad ideal. Juanvi era quien me puso en contacto con la asociación James Joyce, cuando hice mi tesina sobre el Ulises...fue muy simpático, muy cercano y, también [como Arcadio] por qué no decirlo, elegante, con esos cuellos altos que llevaba, parecía un lord inglés o un Foucault pero de envidiable pelambrera. Fue por quien en mi primer año de carrera conocí a Samuel Beckett y leí el Retrato del artista adolescente de Joyce...obviamente me marcó de por vida. Le debo mucho a estos profesores, junto con Josep Lluis Sirera, Nel Diago, Julio Alonso Asenjo y Joan Oleza. La verdad es que menuda generación de oro de la facultad. Todos los que hayan vivido estas clases sabrán a lo que me refiero, un agradecimiento profundo y eterno. En el grupo whatssap de mis compañeros de facultad, hoy, tras veinte años de haber empezado filología, estamos igual de conmocionados, representa mucho para nosotros; todos hemos acabado en diferentes sectores, la vida nos ha llevado por caminos muy dispares, pero la esencia del legado que dejan estos profesores la llevamos por dentro y es como si siguieran viviendo en cada uno de nosotros, no solo como una bonita melodía que nos acompaña cuando escribimos o damos clases nosotros también, sino también en el recuerdo que guardamos, que es donde siguen brillando y es donde más hemos descubierto lo que nos ha dado pulsión vital y fe en lo que creíamos que queríamos ser y estamos siendo.</p>infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-59797969762167010352022-03-05T07:58:00.003-08:002022-03-05T08:03:22.796-08:00Centenario Pasolini<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>Si en la obra de Pasolini cada lugar, cada figura es un espacio que habla de sí mismo y está plagado de símbolos que constituyen un mito, esta pieza original de Dario Pontuale viene a ser un diccionario que descodifica esos lugares, referencias y personajes que integran su cosmos y nos lo categoriza por las letras del alfabeto, ordenando el mundo pasoliniano para nosotros, tristes mortales.<p></p><p>Hoy, en el centenario de su nacimiento lo recordamos con el libro de <i>La Roma de Pasolini</i>, recientemente editado por El Doctor Sax.</p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEj9BI52DzUgpy1hXSaSFEZtARvy7VslNBWd-NOD4rK8AX73rXiy2xPiceyW_slxChKvgXwTKWZVHCbB6C8xbUITW2dQtugL6_Bb7BYPDjlT8BE9ZYFlsSbW0ZVsT6L3TVtIdGjiiXCVn-b2jmwXELrKJw58tuA3gzdsvUggGcyzOYDhCwzsySN_6xbx=s2592" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2592" data-original-width="1936" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEj9BI52DzUgpy1hXSaSFEZtARvy7VslNBWd-NOD4rK8AX73rXiy2xPiceyW_slxChKvgXwTKWZVHCbB6C8xbUITW2dQtugL6_Bb7BYPDjlT8BE9ZYFlsSbW0ZVsT6L3TVtIdGjiiXCVn-b2jmwXELrKJw58tuA3gzdsvUggGcyzOYDhCwzsySN_6xbx=s320" width="239" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgfmItpoyyPz4hRO8B09i1k5LaPG6xL0GJm_ewVTNOV7M9spTz3uNwrJxOKyXTNFbSPg1NpgX8IKi-sTcjw6sDq8hO6aMbyrJDv-ED_CeLLw6w-Bijd7Te1pVTC4mA6aoTLn0u-dmijn2yxzNBnRZ0SsMlj1fC9mdx4VmNqg3pDHkMo_V7pIuxCgViJ=s2347" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="670" data-original-width="2347" height="91" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgfmItpoyyPz4hRO8B09i1k5LaPG6xL0GJm_ewVTNOV7M9spTz3uNwrJxOKyXTNFbSPg1NpgX8IKi-sTcjw6sDq8hO6aMbyrJDv-ED_CeLLw6w-Bijd7Te1pVTC4mA6aoTLn0u-dmijn2yxzNBnRZ0SsMlj1fC9mdx4VmNqg3pDHkMo_V7pIuxCgViJ=s320" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br />infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-29707589607221023712021-12-18T09:39:00.004-08:002021-12-18T09:43:45.416-08:00Transmission<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjIv6OWi5iELY9U2axAg79c9e0Etpvnk6uY7PxoZoqpZRW4nfjzs3STZk1e3dSRzdoc_DMIW3cZl7zyHU8QXY9nHA1DIjuFMQmTv6Mut3NULPNhC0N_JuWwYCzW7gH-Q_FIKZ5Cz4HLE_o3unCOvKEz3nyLGHkL4NDYngZ1CRtYeYf4iYLH5TEY_Dul=s2048" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1529" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjIv6OWi5iELY9U2axAg79c9e0Etpvnk6uY7PxoZoqpZRW4nfjzs3STZk1e3dSRzdoc_DMIW3cZl7zyHU8QXY9nHA1DIjuFMQmTv6Mut3NULPNhC0N_JuWwYCzW7gH-Q_FIKZ5Cz4HLE_o3unCOvKEz3nyLGHkL4NDYngZ1CRtYeYf4iYLH5TEY_Dul=s320" width="239" /></a><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg5spOT-96W540AQh3ewp8C9NePd3Pjcp57CWY9D3T8kq1k2SpNf-rSht9jL53iRRRObCozWUjlUrlK19lcaYzpGO6BH0tvWFb3S5QXKO5OwS4uZw_l1btTdvp76PHKQt0emC0VthCHBPsH59jwiTmOgPeWtw1Isi7zTRjenjVq2yk0Ki9NXizhhLb2=s2347" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="670" data-original-width="2347" height="91" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg5spOT-96W540AQh3ewp8C9NePd3Pjcp57CWY9D3T8kq1k2SpNf-rSht9jL53iRRRObCozWUjlUrlK19lcaYzpGO6BH0tvWFb3S5QXKO5OwS4uZw_l1btTdvp76PHKQt0emC0VthCHBPsH59jwiTmOgPeWtw1Isi7zTRjenjVq2yk0Ki9NXizhhLb2=s320" width="320" /></a></div><br /></div><br /> De Joy Division e Ian Curtis se ha escrito mucho y se han hecho reportajes de todo tipo. Encontrarte con una novela con la clásica portada del Unknown Pleasures puede parecer a priori algo normal o cotidiano, incluso anodino de tanto que se ha visto. Es casi un logo como el de la Coca Cola. Y escribe esta reseña una persona que conoce solo de lejos el postpunk. De hecho, hasta hace poco pensaba que <i>Love Will tear us Appart </i>era de The Cure.<p> Pero entonces empiezo el libro y me encuentro con una caracterización de los personales principales de esta historia: Ian y Debbie, desde los albores de su relación, muy jovencísimos y desganados. Aquí está ya el color de la historia, creo que Ian se revela como personaje contradictorio y alucinado y su inadecuación queda constatada en los episodios del libro. "<i>Cuando los presagios de Ian sobre el éxito de Joy Division están a un paso de hacerse realidad, su vida privada sufre dos impactos imprevistos. La tendencia a ejercer un control obsesivo sobre las cosas y las personas que le rodean lo empujan a presionar a su mujer para tener un hijo. Ian sabe que Debbie lo desea más que cualquier otra cosa, pero cuando el embarazo está ya avanzado cae presa de la inquietud. Un día mientras está trabajando en la oficina, presencia la crisis epiléptica de una mujer joven que se ha acercado hasta allí para buscar trabajo."</i></p><p>Luego se suceden los motivos de inflexión: epilepsia, nacimiento de la hija Natalie, declive matrimonial e infidelidad. Asistimos, sin embargo, a un relato que nos aleja de Curtis, al ser su propio extraño no hay lugar para la empatía. Me pregunto si el mismo libro contado desde el punto de vista del cantante habría sido posible y creo que no, que puede que cobrara todo un carácter ficcional que este libro no tiene, pero que desde la distancia y a pinceladas sentimos también cómo se va rompiendo:</p><p><br /></p><p>"Se sienta y no deja de beber hasta que la realidad empieza a desintegrarse. En los infinitos claroscuros de las habitaciones permanece indefenso con los brazos abiertos al aire, como un fósil deshabitado. En su cabeza las imágenes se suceden sin que el pensamiento consiga ordenarlas, su corazón está en caída libre. Coge la copia de la Biblia que tiene en la repisa de su biblioteca y la abre por el segundo capítulo del Apocalipsis de San Juan".</p><p><br /></p><p>Un fósil deshabitado es quien da a luz Love Will tear us Appart, al poco de ser expulsado por su mujer cuando se entera de su infidelidad con Annick. Creo que la sensación que siente él con respecto a su enajenación también la siente el lector al ver cómo actúa el personaje, una persona cual Meursault (el personaje del extranjero de Campus que asesinó por la molestia del sol en los ojos) Ian retrocede y se corta de actuar impulsivamente cuando le molesta la mirada de su hija, en vez de cogerla se retira, en vez de actuar opta por el silencio y va cayendo una y otra vez. </p><p><br /></p><p>No sólo nos revela al Curtis persona y tormento, sino también al Curtis autor:</p><p><br /></p><p>"La poética de Curtis parece superar la distancia de las eras. En La exhibición de atrocidades de Ballard hay un párrafo que anticipa su universo lírico: nuestro planeta es objetivo de una enorme cantidad de señales de radio procedentes de las zonas más remotas del espacio, señales que atraviesan distancias inconcebibles. Permanece la esperanza de poderlas descifrar algún día, y encontrar, no desde luego un improbable servicio de fax intergaláctico, sino una música coral generada espontáneamente, un arquitectura electromagnética ingenua, la sintaxis primitiva de un sistema filosófico".</p><p><br /></p><p>Alessandro Angeli, el autor, es profesor de literatura y para gente como yo, que no somos fans de Joy Division también puede ser una lectura interesante y aprovechable. Para un fan del grupo mucho más.</p><p><br /></p>infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-20171510453915934.post-24659798124085576262021-09-05T03:38:00.000-07:002021-09-05T03:38:01.989-07:00Lolito de Ben Brooks<p></p><p>He leído este libro con curiosidad y ha sido un descubrimiento divertido y muy agradable. Lo he leído en el tren, es de esos libros que quieres leértelos sin parar, o sea, sin dosificar y se presta para ello. El ritmo es ágil y he leído por ahí que se le critica el lenguaje, el hecho de ser tan coloquial para algunos. Yo creo, por el contrario, que tiene una mezcla bonita entre la lírica y el lenguaje directo y claro de un hombre joven (el autor, Ben Brooks), que se intuye reflejado en las anécdotas que cuenta, como se intuiría un joven Joyce en Stephen Dedalus.</p><p> Hay una referencia evidente a Lolita de Nabokov en el título, y es el principal gancho para acercarse a la novela de Brooks. Una señora como yo aplaude que se inviertan esos roles rancios de hombre mayor y jovencita, la verdad. El tema de cómo sería ese joven muso, el efebo que seduciría a una señora mayor se acerca de forma plausible a través de la historia: un encuentro internáutico da pie al encuentro de estas dos personas solitarias. Hay un trasfondo de cuestionamiento a la hipocresía de lo que se supone que está bien (una relación entre una adulta y un joven puede ser visto como censurable e incluso como un abuso de menores) y una relación entre un hombre mayor que compra mujer rusa para casarse algo totalmente anodino. </p><p>El interior del adolescente está muy bien caracterizado a través de sus monólogos silentes, salpicados de gracia y humor negro, muchas veces te hacen pensar que difícilmente un adolescente real pudiera pensar como el protagonista y que quizá es este el motivo por el que relaciones así serían inviables, porque la madurez de los adolescentes de la vida real no pudieran corresponderse con la madurez de este personaje literario. En cualquier caso, tenemos ejemplos como en la cita que pongo a continuación, de lo que pensaría el protagonista si pudiera reinventarse una vida con la señora que ha conocido:</p><blockquote>Tomaremos Nytol y dormiremos durante catorce horas seguidas. Durante las
temporadas de lluvias intensas, nos quedaremos inmóviles y nos volveremos
infantiles. Nos comunicaremos con sonidos animales y apretones de mano.
Cuando haga calor, tú guardarás silencio mientras te pongo crema solar en las
mejillas. Fumaremos cigarros y nos fustigaremos con ramas de árbol, lo bastante
fuerte para que sea divertido, pero no para que nos salgan moratones. Comeremos
sándwiches de mermelada y ensaladas de fruta preparadas.
Tú empezarás a hacer punto, tejerás algo que insistirás es un tabardo y repartirás
toda la lana que te sobre.
Dejaremos el trabajo y nos iremos a un país políticamente estable donde la gente
se eche la siesta y coma fuera. Aprenderemos a jugar al bridge, haremos yoga y
bucearemos.
Moriremos los dos a la vez.</blockquote><p></p><p><br /></p><p>Si escarbamos en el lenguaje, podría poner algún otro ejemplo de la contradicción que refleja el protagonista, el contraste entre lo edulcorado y lo real que continuamente nos está remarcando el carácter de "humor negro" de esta novela. Lo iluso y ridículo de mirar un rostro cuando duerme, porque es lo que se supone que hacen en las películas. El corte abrupto de estos momentos diciendo: es aburrido. Aquí sucede algo similar cuando menciona la contemplación:</p><p></p><blockquote>Me como los cacahuetes y me tomo una lata de vodka. Una voz aguda de mujer
se escapa de los auriculares del hombre durmiente. Este deja el sándwich encima de
la mesa de plástico y vuelve a dormirse. Llaman por teléfono a la mujer que tenemos
delante y ella responde. Está planeando con entusiasmo una caminata a lo largo de no
sé qué río que discurre entre Londres y Manchester. Habla de paisajes verdes y de un
tiempo agradable. Dice la palabra contemplar.
Quiero entusiasmarme.
Quiero caminar junto a los ríos.
Espera, no. Es aburrido. No quiero contemplar nada. Quiero querer algo en lugar
de no querer nunca nada. Quiero emborracharme. Me termino los vodkas, me levanto
y voy al vagón restaurante. Compro una Heineken en miniatura y otro vodka con Coca-Cola. Me los bebo deprisa en mi asiento, cierro los ojos y pienso: nos vemos en
Londres.</blockquote><p>En resumen, es un libro que recomendaría para leer ávidamente. El deseo intenso de la palabra avidez que se aplica prácticamente solo a comida y lectura. Este libro sería un croissant de la mañana, pero uno bueno, de mantequilla. </p><p></p>infaustahttp://www.blogger.com/profile/02533688280594978798noreply@blogger.com0