Estuve en el Pompidou hace poco y compré un par de libros. Uno de ellos es el de Wolfgang Paalen llamado L'Axolotl. Me gustó la edición; no es la primera vez que cojo un libro por su apariencia, además, sabiendo que tenía relación con la exposición del surrealismo que acababa de ver, no podía ser una apuesta arriesgada. De hecho, me había gustado mucho la exposición y, si bien, Paalen no había sido mi favorito (Dorotea Tanning forever) sí que había llamado la atención sus objetos dispuestos por la escena: un paraguas de esponjas, un teléfono de marisco. Además, la sinopsis de la contraportada auguraba misterio y dualidad, y así ha sido.
Todos tenemos al axolotl relacionado con el cuento famoso de Cortázar. Sin embargo, más allá de la reflexión sobre la construcción del otro y el uno mismo, existe el tema de la duplicidad (quizá también relacionado, quizá es un solo tema en una construcción de la identidad fragmentada). Cortázar hace el mismo trueque (¿quiasmo?) que opera en su otro cuento "Lejana": hay un intercambio de cuerpos, un otro y un sí mismo intercambiables. Para el tema de las dualidades en literatura se puede consultar mi entrada de aquí:
https://infausta.blogspot.com/2022/08/siniestro-es-tu-doble-fuera-del-espejo.html
Es esta obra de Paalen encajable en ese contexto, uniéndose al corrillo de escritores obsesionados con el tema del doble. ¿Cuál es el aporte original del libro, hasta ahora inédito, del artista austríaco? Pues que utiliza la evidente imagen de unas gemelas para hacer de símbolo de este dualismo. Evidente, sin opacidades, que los gemelos sirvan para significar lo doble no nos parece a priori enrevesado, la verdad. Cuesta ver el símbolo, lo que se oculta. Y sin embargo...
Tenemos una historia sazonada de mitología antigua mexicana. Los aztecas tenían mitos sobre el axolotl, aquel animal que ha inspirado a otros escritores además de Cortázar, que estaban relacionados con la duplicidad, al ser un animal medio acuático, medio terrestre y al creer que poseía cualidades mágicas:
Vous savez bien sûr quel rôle fondamental et étrange joue le double dans nos mythes anciens. Le Xolotl, se refusant au grand sacrifice, tente d'échapper aux autres dieux. Poursuivi, il se métamorphose d'abord en double d'un épi de maïs; bientôt découvert sous ce travestissement antique, en ce qu'elle signale la présence d'un élément, sinon divin, du moins effrayant), le figitif se transforme en Mexalotl, cet agave à deux souches, car, pour ne pas se dissimuler sous une forme qui ne lui siérait pas, cette divinité est contrainte de procéder à des dédoublements. Sans cesse retrouvé sous des formes dupliquées, toujours nouvelles, le Xolotl finit enfin par trouver refuge dans le lac, sous la forme d'une salamandre à l'état larvaire, animal mi-aquatique, mi-terrestre et, pour cette raison, aux yeux des anciens, amphibie en esprit également, mystérieuse créature gémelle devenue axolotl.
La trama es sencilla: un trasunto de Paalen (¿otro doble?) va en busca de reliquias arqueológicas (como hacía Paalen, de hecho, fue perseguido por saquear esculturas arqueológicas en México) y se encuentra con la historia de unos hermanos enamorados de unas gemelas idénticas. Ignacio, el chico que va en busca de esculturas, lo que quiere es descubrir el misterio de unos cuadros en la hacienda en la cual se hospeda. Dichos cuadros representan a una mujer, en uno de ellos con un dado de cinco bolitas y en otro con un dado de tres (no recuerdo las cifras exactas, pero creo que son esas). El misterio desvelado: habían echado a la suerte, a través de un dado, qué hermano se casaría con cada gemela, Leandra o Leondina.
Es curioso, porque el haber silenciado durante todo el relato de uno de los hermanos (cuando le cuenta a Ignacio su historia) la voluntad de las hermanas no es baladí. La voz femenina acierta al imponerse al final:
Tu oublies, répondit-elle, ne pouvant plus cette fois dissimuler la détresse qu'il y avait dans sa voix, tu oublies que l'on ne nous a guère interrogées. Souviens-toi tout de même que vous n'avies rien trouvé de mieux que de nous tirer au dé.
Y es que no todo tenía que ser decisión de los hombres de la historia (partiendo del padre de los esposos, que fue quien decidió la astucia de jugar los matrimonios a los dados). Pero más allá del tema de la asignación de las parejas aparece el dilema de uno de los dos hermanos por descubrirse enamorado de la mujer de su hermano, estando ya casados. La explicación es bastante peregrina: al ser idénticas se entiende a ambas como un solo ser y poder poseer al ser amado en su totalidad es poseer a su otra mitad:
N'avais-je pas poursuivi une chimère dans cette créature duelle? S'il m'avait fallu posséder les deux femmes pour, de cette dualité fantomatique, pouvoir en désindividuer l'une d'elles, n'était-ce que parce que je ne pouvais me contenter de n'avoir vécu qu'avec l'une d'elles, avec la moitié de l'identité d'une individualité duelle?
El libro acaba con unas fotos de las obras surrealistas de Wolfgang Paalen, sus cuadros más famosos, sus hallazgos escultóricos y fotos del autor, más reconocido como pintor, en su estudio. Apunte curioso: el libro está dedicado a la mujer de Elias Canetti, amiguísima de su infancia. El axolotl de Paalen está decorado con historias de la obsidiana negra volcánica, de los ojos de vidrio del emperador Maximiliano, que teniéndolos él azules le acabaron poniendo los de la virgen de Guadalupe, negros, hechos de la roca volcánica. Para fans del eterno tópico del doppelgänger y apto, sobre todo, para mi.