lunes, 18 de julio de 2022

Historia de la Filosofía griega

 

la que reseña porta la trinacría



Luciano De Crescenzo es un autor muy conocido en Italia; periodista, escritor y persona del espectáculo. Seix Barral trae esta edición que es una curiosidad porque, de entrada vemos una portada muy kitsch del autor posando con una escultura griega y ya sabemos que el libro no va a ser una pesada losa académica, sino más bien un guiño al lector que quiere leer filosofía pero al mismo tiempo disfruta del salseo ítalo-heleno. 

No desmerece al libro el tono anecdótico (está salpicado de anécdotas, pero desde que lo puso de moda por aquí Vila Matas, ya sabemos que eso no tiene por qué incidir en detrimento de la calidad del texto), más bien lo nutre y podemos decir que apetece leer filosofía en verano de esta forma, no ha sido mala idea escoger la lectura de De Crescenzo, de paso desempolvamos conceptos olvidados de cuando leímos presocráticos cuando nos empezaba a interesar la filosofía en la adolescencia (es en esa etapa cuando se nos da por indagar en esta materia tan dejada de lado en los primeros años de la infancia, entonces la tomamos con avidez) y al mismo tiempo nos enteramos de datos nuevos que nos sirven simplemente para entretenernos.

En mi caso, como filóloga, partí entusiasmada al encontrar la relación etimológica de algunas palabras griegas con sus usos actuales y, también, la conexión de Italia con la antigua Grecia y el influjo en el vocabulario de ciertas regiones. Es el caso del término "agorazein" que se refiere al holgazanear antes de la hora de la comida, paseando de arriba a abajo por la calle, costumbre de la cual gozaban los filósofos de la época del Fedro. No hacer nada "productivo" era lo que enaltecían estos atenienses. Agorazein también es ir a ver qué se dice en la plaza, y esto dice mucho del carácter de este pueblo.

Al empezar así ya te va dando una idea de lo que vendrá: sabes entonces que los sibaritas eran un pueblo muy denostado por Tales, por ser unos vividores (y entonces vemos de dónde venía la palabra, de estos habitantes de Síbaris que son los opulentos de Mileto y que sabían cómo agasajarse bien ellos mismos, de ahí que ahora se les llame así a todos los que recuerden a ese pueblo en sus costumbres), trazamos una conexión entre todos los filósofos de Mileto y Elea, para quienes el arké (elemento primigenio) es un factor a destacar, cada cual reposándolo en algún elemento de la naturaleza, lo cual hacía que la mayoría de ellos fueran hilozoístas.

Aquí nuestro autor napolitano mezcla el pasado con el presente y te introduce filósofos actuales, conocidos por él, que pueden clarificar ciertos conceptos. Me ha gustado particularmente el de las muñecas. No voy a dar muchos datos ni nombres para no hacer spoilers, pero había un señor que coleccionaba muñecas olvidadas y abandonadas, dándoles un lugar. Para él tienen alma porque un niño en otro tiempo les insufló vida. Para explicar el concepto cuenta que él, en el velorio de su padre, no sintió nada ni lloró al ver el cadáver, pues éste ya era materia inerte que no recordaba en nada a su padre. Al llegar a casa, sin embargo, no pudo más que derrumbarse al ver a su padre en los objetos que habían sido suyos y a través de los cuales iba a seguir permaneciendo. Los recuerdos los unían con el alma de su padre y por tanto, se podía decir que esos objetos dejaban de ser inertes para pasar a ser espacios con alma.

muñecas para un hilozoísta actual
muñecas para un hilozoísta actual


Otros puntos interesantes están en la oscuridad de Heráclito y la secta de Pitágoras, pero sobre todo, el concepto de metempsicosis de este último y cómo fue parodiado por algunos autores (como Shakespeare) y sin embargo tan utilizado por otros (como Joyce, aunque esto no lo menciona De Crescenzo, pero nos viene a la mente). 

No voy a extenderme, porque no se trata de hacer un resumen de este libro, pero lo principal son las curiosidades que trazamos, como lectores, atando hilos, por ejemplo, al notar que varios de estos filósofos escribieron una obra que siempre se llamó "Acerca de la naturaleza" de la cual siempre se ha conservado o una enigmática frase o absolutamente ninguna palabra.