martes, 6 de febrero de 2024

"La filla estrangera", de Najat El Hachmi

 "La filla estrangera", de Najat El Hachmi



He empezado esta novela para el curso del Cefire sobre clubs de lectura “Club de lectura: creació i dinamització” que acabará el 10 de marzo de este año, 2024. No he podido ir a ninguna biblioteca a hacerme con una versión en papel puesto que me ha sorprendido en medio de los últimos días antes de dar a luz, en los que no me podía mover (no me podía mover desde noviembre, en realidad, sólo que las últimas semanas ya me costaba moverme dentro de casa e incluso para girarme en mi propia cama). La niña se me adelantaba más de tres semanas, casi un mes, sabía que no podía seguir apretando en mi bajo vientre, sin poder sentarme para nada, ni sentada en el coche podía ir yo… Aquí dejo una foto de ayer, en mi posparto real, una semana cumplimos hoy de salir del hospital, ella cogiéndose fuerte a mi, mi barriga y su diástasis enorme:





Entonces, me he tenido que conformar con utilizar una versión en castellano que estoy leyendo en pdf. Tras esta justificación, voy a pasar a mencionar algunos datos que creo que son relevantes y de los que no quiero olvidarme, para cuando llegue el día de comentarlos poder tenerlos frescos:


La hija extranjera pone de protagonista la voz de una chica marroquí adolescente que quiere emanciparse de su entorno porque se cuestiona muchos aspectos de su vida condicionados por su cultura: es una chica que lee a Nietzsche y a Fromm, que no tiene prisa por casarse ni formar familia a temprana edad, que no está dirigida (en su fuero interno) a llevar una vida de cuidados caseros, y que en base a un monólogo silente repasa aspectos de su vida en base a recuerdos con su madre y reflexiones sobre otras mujeres de su entorno en Marruecos.


  1. El dilema de la lengua:


El primer tema importante que veo es el de la lengua. Ella empieza en las primeras páginas haciendo reflexiones metaliterarias sobre el uso del lenguaje y la incapacidad para reflejar una realidad de un contexto en particular si no se usa la lengua que envuelve ese recuerdo. 


Me recuerda al análisis que hice de una obra llamada El entenado de Juan José Saer y para ello me voy a citar a mí misma en la revista Románica Silesiana (https://bazhum.muzhp.pl/media//files/Romanica_Silesiana/Romanica_Silesiana-r2015-t10/Romanica_Silesiana-r2015-t10-s228-235/Romanica_Silesiana-r2015-t10-s228-235.pdf ):


En cuanto al lenguaje, se produce otra escisión. El lenguaje desconocido es un elemento alienante y el de los colastinés se describe como bastante particular : no utilizan verbo ser ni estar, sino solo el verbo parecer. Ese verbo también hace alusión a conceptos negativos como el enemigo, el eclipse y otros… 




En El entenado el protagonista acaba en una isla en la que los habitantes tienen un lenguaje que refleja su cosmovisión, es el subrayar esta lejanía de pensamiento la que prevalece a la hora de analizar un lenguaje exótico: con palabras de nuestro lenguaje foráneo no llegamos a apresar el significado de sus realidades, es necesario usar su propio lenguaje para poder delimitar mejor, ser más precisos. La protagonista de La hija extranjera lo recalca también en diferentes momentos. Al mismo tiempo, presta atención al carácter efímero de su lengua natal cuando lo oye en otras: “...lamento constatar que nadie reproducirá nunca la charla apresurada de estas señoras en ningún libro, por el simple hecho de que utilizan una lengua que es del todo ajena al papel y se transmite por el aire sin dejar rastro alguno”.

La preocupación recurrente de la protagonista por la palabra adecuada y por no encontrar equivalentes es muy relevante a lo largo de casi cada una de las páginas. Se explica muy bien la importancia de la palabra precisa cuando hay expresiones que significan algo opuesto o muy diferente cuando se traducen de manera literal desde una a otra lengua: 

“...en el colegio nos explicaron que había un día dedicado a todas las madres, que las teníamos que felicitar y agradecerles todo lo que hacían por nosotros, su esfuerzo y su sacrificio. Llegué a casa entusiasmada con la idea, gritando muy ilusionada: «Madre, hoy es tu día» y ella, desprevenida y atareada, me dio un buen chasco: «¿Qué pasa, acaso quieres que me muera?».”



  1. La identidad:


La historia del entenado es una historia de identidades. Se puede decir que todos somos entenados, parias, a medio camino entre uno y otro lugar, extranjeros que continuamente nos vamos formando, vamos construyéndonos, que esa construcción se hace siempre dependiendo de los otros, que a veces tenemos que hablar de diferencias y de memoria en la construcción de esta identidad. 



Me sigo citando y vemos que la reflexión corresponde también a la novela que estamos tratando: la chica es una paria, una mujer cuya identidad se va cuestionando, se va increpando y va recordando mientras va delimitándose y afirmándose en dónde está y dónde deja de estar. 

Es la visión de una chica que se encuentra fuera, al margen, que no se siente pertenecer ni siquiera a su propia cultura por los elementos en los que no conecta. Es también alienante consigo misma, con su aspecto (se plancha el pelo, por ejemplo, esconde su identidad).


  1. Honor, virginidad y placer:


Es curioso que se vuelvan a esos temas una y otra vez cual círculos concéntricos: parece ser el principal motor que hace que la chica quiera despegar de su entorno de origen: es una chica que descubre el placer en solitario y habla de que en su cultura no hay cabida para tal hecho y que su virginidad no le pertenece, sino que, cual historia de la época medieval española, el honor recae en sus progenitores, quien son los que deben salvaguardarla.

“¿El arte de amar? Ya lo practicarás cuando te cases, cuando estés tranquila, sin toda esta gente que, desde hace tiempo, se preocupa por ti, por tu reputación, la de tu madre sola contigo, la de tu virginidad y tu honor. Una vez casada te dejarán tranquila y ya podrás hacer lo que quieras.”

La única salvación vendría a ser a través de otro hombre, no por ella misma. Por eso decide marchar y ser la protagonista de su vida.


El placer es también un placer indecible: aquí se conecta con el tema de la lengua:

“¿Placer? Ni siquiera sé decir esa palabra en la lengua de mi madre. Ni siquiera sé si existe en la lengua de mi madre. Ni placer, ni deleite, ni éxtasis, ni nada. Y aún menos orgasmo. ¿Cómo puedo hacer que entienda el placer que siento por esas cosas extrañas y poco usuales? Por cosas pequeñas, cosas que pasan totalmente desapercibidas para el resto de la gente, que temo que un día me desborden del todo, que me hagan salir de mí misma, pero no de rabia sino de puro placer. Así soy, esto es lo que soy. Me siento, de repente, huérfana de palabras, expulsada de la lengua“.



Intertextualidad:


-El personaje de Mumna recuerda a La Celestina

-En caso de abordar este texto para trabajar en clase con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) podría hacerse una lectura comparativa con otras novelas de autoras que cuentan realidades de desigualdad de la mujer en sus culturas de origen. Es el caso de Kim Ji-Young, nacida en 1982 de la autora Cho Nam-Joo (reseñada en este blog). Se podrían analizar desde el quinto objetivo: Igualdad de género y llevar a reflexión sobre la realidad de mujeres y niñas en otras partes del mundo.


Avanzando en la lectura veo que el inicio no se desvela hasta la página 74, que es el momento en que te explican que ella decidió no abandonar a su madre, que al final no se había fugado. Páginas anteriores vemos que la protagonista va a acceder a un matrimonio por conveniencia con su primo hermano y que ya está viviendo en Cataluña con su madre y hacen trámites para la reagrupación familiar. Se intuyen rasgos autobiográficos en la construcción de la historia y personaje protagonista por parte de su autora.