No es el hermano bueno
Sus lentejas son como las mías
Su sacrificio se arrastra entre los pies de los hombres como una sombra
No se eleva
Cuánto daño has hecho, Abel
Ahora por tu culpa me miran con condescendencia
"Toda escritura es una cochinada. Las gentes que huyen de la vaguedad para buscar la precisión de lo que pasa en su pensamiento, son unos cerdos. Toda la gente literaria es cerda, en especial la de este tiempo." Antonin Artaud
sábado, 4 de mayo de 2019
miércoles, 1 de mayo de 2019
Aún no he escrito sobre esta primavera
Aún no he escrito sobre esta primavera
como cada año cuando llega abril
y ya estamos en mayo
sin embargo, todo sigue con la misma
luz
como cuando Angel González dedica su
poema primaveral
a Machado
ya se doraba el tiempo entonces;
inevitable recordar al maestro cuando
se dora un fruto
y “la tierra se obstina en ser
hermosa”,
dice.
Pero sabemos que no es así.
O si lo fuera no debemos guardarle
ningún rencor
por ser hermosa
o por lo que decía la polaca
"no le guardo rencor a la primavera que
llegue de nuevo
que cumpla con sus obligaciones".
Así estamos ahora, en el contraste de
todo lo que duele
cuando llega la primavera.
Todo es más cruel.
Todo como lo que señala Eliot.
Pero para Szymborska sigue ahí
lo que no permanece eres tú.
Mis frases de la mañana y la noche
me las dicta el sueño
pero no vienen de la primavera
ni siquiera vienen del presente
vienen de antiguas fórmulas de holas y
adioses
de algún castillo en ruinas de las
palabras que fueron arcanas.
Por eso debo hacer caso
copiar lo que me indican
la primavera en las batallas de gallos
de los niños del parque
o la primavera en la supuesta alegría
del color oro
del trigo de Angel Gonzalez
de aquel paraje que no pertenece a
Szymborska.
No le perteneció entonces a ella
y tampoco me pertenece ahora a mi.
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