jueves, 14 de diciembre de 2017

dónde está mi Hölderlin

¿Y dónde está mi Hölderlin?
Si estamos hechos el uno para el otro
Yo que también me hacía llamar Diotima en mi tierna juventud

Antes de que nos viéramos
afines en lo insondable
se conocieron nuestras almas

Anoche soñé con Hölderlin
Lo perdía de vista en el ascensor
Él iba en silla de ruedas y yo sólo estaba vendada
Pero las enfermeras también me veían malherida
Nadie quería que estuviéramos juntos ni siquiera en la desgracia
Las caras de los otros enfermos la pesadilla de la historia
Al borde de la esquizofrenia, no hay que jugar con esto
Sin embargo, siempre visualicé una despedida así, como tras la mirilla de la puerta
Supongo que ahora sólo me quedan dos años
Y Hölderlin afirmando con el dedo en alto que los dioses ya nos lo tenían asignado, pero es el mismo crimen una y otra vez.

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