jueves, 22 de marzo de 2018

Reivindico lo que me hace sentir segura

Siempre me sentí culpable porque me gustaban las plantas artificiales.
¿Por qué ver sólo bello lo que está vivo?
Más aún sabiendo que va a morir.

Nadie recuerda la planta cuando se marchita.
No se guarda, estorba.
Su tiempo ha pasado con su verdor.
Es cruel ese recordatorio en tu cocina.
Regala una flor o una planta a tus enemigos.

Me siento segura en la ordinariez del plástico
y en su longevidad sin pretensiones.

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