martes, 24 de noviembre de 2020

Mis collages








 Este año encontré un montón de fotos antiguas que volaban en la calle y siguiendo el rastro vi que salían de una caja que habían dejado al lado de los contenedores. Reuní muchas de ellas y me inventé unas historias en base a las familias que salían retratadas ahí, generaciones de bodas y reuniones familiares básicamente. Luego me cansé de jugar a las historias y decidí hacer collages. Como también había guardado revistas para recortar me compré cuadernos y plástico de ese que se adhiere en las carátulas. Luego, creé otras historias, pero a partir de los collages. Las historias que fueron naciendo salieron ellas mismas como si de un libro de Pirandello se tratase.



viernes, 20 de noviembre de 2020

Pensamientos despeinados de Stanislaw Jerzy Lec

Stanislaw Jerzy Lec en Pensamientos despeinados da rienda suelta al aforismo ingenioso, implacable y de una profundidad que conecta con los grandes existencialistas, por momentos recuerda a Silogismos de la amargura de Cioran, sin lo desgarrado y performático de este último (en comparación a Cioran a quien visualizaría en medio de un escenario desgarrándose las vestiduras por no hacerlo con sus venas,  Lec estaría tras la concha del apuntador diciendo bajito sus líneas).



Hijo de nobles polacos y de origen judío, Lec está emparentado con otros escritores polacos de primera línea como Milosz o Szymborska. 

Su escritura es certera, cual arquero que quiere dar en una diana reveladora, y en sus temas saca a relucir lo que opina de la escritura misma y de quienes se enredan y espesan el bosque, al contrario de lo que haría él: “en el principio fue el Verbo y al final la verborrea” o: “...llega un momento en el que hay que dejar de escribir. Incluso antes de empezar”.


También toca temas universales y tópicos como la vida y la muerte o la libertad. El que más me llama de todos es el llamado Theatrum mundi: tiene unos cuantos aforismos en los que configura la realidad a imagen y semejanza del teatro, (pienso que esto le podría servir a Erving Goffman para nutrir sus textos y salpicarlos un poco de poesía).

Pero en el tratamiento de sus temas lo que brilla es la paradoja como mecanismo estrella: de términos aparentemente contradictorios extrae verdades: “Los poetas son como los niños: sentados ante el escritorio no llegan con los pies al suelo.”