viernes, 3 de diciembre de 2010

René

Mi amor es triste
Porque es fiel
No interpela el olvido de los demás
No cae de la boca como un diario del bolsillo
No es flexible en la angustia que en común se arremolina
No se aísla en las rompientes de la península simulando
pesimismo
Mi amor es triste
Pues está en la naturaleza turbada del amor ser triste
Como la luz es triste
La dicha triste
No has pasado libertad tus correas de arena.


miércoles, 1 de diciembre de 2010

angelica

Junté los pies en mi cama                y me hice cadáver            y no se echó sobre mi rostro              y no lloró sobre mi                 y no me besó             ven queridísimo             recuéstate aquí
ahora que tu preciosa cabeza está hecha pedazos

domingo, 21 de noviembre de 2010

Roland Barthes, Truffaut y sobres de azúcar del bar

El otro día en una conferencia sobre arte, bienales y anuncios kitsch, comentaron una cita de Roland Barthes a propósito de la moda como cultura: "La alta costura es alta cultura". Me acordé inmediatamente de este blog (así de impersonal, me despersonalizo para desentenderme de los fracasos que representan los blogs para mi, o mejor dicho, la nutrición de un blog llevado por mi).

También una señora de teoría del arte dijo en medio de todas sus palabras, algo que siempre que lo escucho (o cuando yo misma me acuerdo de esto, como quien se acuerda de que vamos a morir) me deja en estado pasmoso. Se trata de la gente que pasa a tu lado cotidianamente y ese pensamiento fugaz que invade, que dura lo mismo que el "encuentro" con esas personas; de que no volverás a verlos más. Más allá de inventar sus vidas y todo ese tipo de cursilerías típicas de peli ameliesca, se trata de la conciencia de vertiginosidad, del tiempo, del tiempo kantiano que solo nos compete a nosotros y a nadie más. La ponente se sobresaltó cuando dijo lo del segundo en que pasa rapidísimamente el tren y vemos toda esa gente por la ventanilla. Cuántas veces he escuchado esa reflexión, pero siempre me impacta y consigue hacerme nadar otra vez en mis experiencias.


Como hoy en la peli de Truffaut, la historia que cuenta la chica cuando dice que su padre se enamoró a primera vista de una mujer que vio en el tren y quedó con ella y el día que había quedado le salió un grano y no se presentó a la cita. Y el resto de su vida se la pasó triste por no haber acudido.

Luego, vuelven a hacer referencia a este tipo de fulminaciones de gente desconocida en tropel, pero no me acuerdo ahora mismo.

Lo del sobre de azúcar es que las citas que ponen suelen estar entretenidas, pero ayer encontré una que me dejó muy complacida porque me identifico: "Muchos serían cobardes si tuvieran suficiente coraje para serlo". De un tal Fuller que, además del mérito de haber sentenciado de forma tan arriesgada, no he encontrado otro rasgo de su vida ni obra que me llame en lo absoluto la atención.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Más volátil que el olor del frasco destapado


lo de los perfumes es ciertamente más mundano, porque algunos se pudren con el tiempo.

hoy me puse una crema que me ponía en verano, no tiene casi olor, es muy cítrica de estas que casi no huelen, pero hoy le sentí el olor al verano
me gustaba el olor a coco cuando era niña, lo asociaba a las vacaciones y a la playa
pero luego lo empecé a asociar a la piscina y odiaba dar clases ahí porque me cansaba mucho
de todas formas, no aborrecí nunca el olor a coco, el verano se ponía por encima de cualquier cosa

los niños, lo hablábamos ayer, piensan muy diferente siempre y ya he olvidado cómo pensaba yo
y eso que tenía una voz interior muy fuerte, autoreferente siempre y engreída

si me pongo a hablar de gravedades puedo decir que los niños no se despiertan tristes sin motivo
o ya lo he olvidado
y que tampoco tienen miedo a dormir debajo de un puente ni a las precariedades económicas
además, los olores de la infancia son sin lugar a dudas más divertidos

->mis hermanos y yo pensábamos que los pies que olían mal olían a palomitas, es raro

recuerdo que cuando era niña quería grabar con mi memoria el momento en que me hiciera adulta. Ya sabía que no sería solamente un momento y que no lo podría reconocer tan fácilmente, no era tan ingenua. Sabía que sería un proceso más o menos largo, pero aún así pensaba que si me entrenaba iba a poder cogerle la cola y atraparlo. Desgraciadamente, no pude. Y eso que le puse empeño, abrí mucho los ojos y todo eso.
Es extraño que permanezcan algunas cosas, todavía ahora siento cosquilleo visual con los objetos que comentaba en la otra entrada.

Quería atrapar a la adultez para explicar sus diferencias con respecto a nuestro estado infantil. Eso me pasaba cuando era niña, porque pensaba que no habría tantas diferencias aunque veía a los adultos tan diferentes. Quería saber por qué se llegaba a todo eso.

Ay

jueves, 11 de noviembre de 2010

delectancia

Más allá de la triste metáfora de la infancia y su propia esencia embotellada,  la pregunta de cuánto puede durar un perfume hasta que se le esfuma el olor es bastante importante.
Y cuando la persona que se plantea la pregunta es la misma persona que tarda muchos, muchos años en gastar pares de zapatos o gomas de borrar; entonces, es una pregunta de vital importancia.

Por eso, los frascos también tienen que ser bonitos.

Hay ciertos objetos que generan fascinación sólo por su forma, pero creo que no viene por la forma, creo que lo que genera fascinación son los objetos en sí y supongo que a cada persona le ocurre lo mismo pero con distintos objetos.

Me pasa que la sóla visión de ellos hace que se produzca un ligero placer ocular y un bienestar general. Me pasaba con las pegatinas brillantes, con las pelotas de goma pequeñas de colores y transparentes, con las canicas, con las barbies, con los sellos, con la hello kitty en sus diversas manifestaciones, con el color turquesa, con las piedras de colores, con las palabras escritas en francés, etc.
Si veo agrupaciones de esas cosas, me genera más placer de este que te petrifica con una sonrisa (y nunca hacen fotos en los momentos de petrificación natural, pasan inadvertidos).

Con los perfumes también me pasa, eso explica mi colección, además del efecto poderoso de los olores sobre la memoria, que es otra cuestión filosófica que me gustaría indagar.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

los perfumes de las magdalenas de la calle de tu mente



hola lectores de la calle de mi mente
me doy cuenta, mientras escribo, de que el entusiasmo de los primeros días siempre se mantiene alto
es la novedad
luego, el blog queda olvidado en la calle de mi mente para siempre y pierdo hasta la dirección

cuando era niña escribía en un diario
y era gracioso porque escribía para extraterrestres del futuro que encontraban  mi diario entre las ruinas de la civilización
y siempre me describía como persona interesante y buena
me adornaba, no era imparcial
ahora me apena no haber puesto realmente lo que sentía
porque iba decorado hacia los lectores

ahora podría acordarme de mis antiguos rincones
rincón por los espacios ásperos de la vida de una niña
como los olores de los perfumes de hace tiempo
¿alguien sabe cuánto dura un perfume hasta que pierde su olor?

ahora cuando uso los perfumes Soundgarden de Elizabeth Arden o Summer de Kenzo, me acuerdo del verano por la mañana cuando iba a la academia de español a trabajar
y cuando uso el Anais Anais me acuerdo de la casa de mi abuelita, porque tenía uno en el baño
todas las flores se asocian inmediatamente a la luz
jazmín blanco, luz blanca y baño blanco también; es muy evidente

sin embargo, el olor de los jazmines me hace recordar SIEMPRE a la noche
en la noche huelen mejor perfumes cargados de esencia de señora, como el L'air du temps de nina ricci, sólo apto para espíritus acicalados

cuando era niña era más temeraria en mis asociaciones
y asociaba caracoles y bichos bola con mayor facilidad

martes, 9 de noviembre de 2010

otra vez

este es mi segundo blog sobre perfumes
en mi vida he hecho dos blogs en total
uno hace muchos años, aproximadamente diez, sobre mis devaneos personales que intentaban ser líricos
pero muy pronto me dio verguenza
pero sobre todo mucho pudor (recelo de guardar cualquier cosa que escribo para mí misma)
tras pasar el umbral de la búsqueda de la identidad, volví a lo del blog con lo de los perfumes el año pasado
creía que podía ser una buena forma de trivializar este espacio público, preservando lo más íntimo para mi y hablando de un tema que me parece al fin y al cabo entretenido

Siempre vi el internet como un espejo de vanidades, algo muy peligroso

Bueno, voy a empezar con el tema. Me he comprado el baby rose jeans de versace
no podía dejar de comprármelo porque era una oferta: 14 euros, es increíble...
además huele muy bien... me parece que incluso mejor que el red jeans (que también tengo)
son olores dulces, pero delicados
mi hermana dice que cuando era yo una quinceañera me entró un berrinche de querer el red jeans
pero yo de eso no me acuerdo
y dice que me lo compraron por aquella época y que incluso se me acabó

lo dudo mucho
yo nunca he acabado un perfume no sé por qué
pero me pasa con todo, con los bolis, con las gomas de borrar, con todo lo que requiere un uso continuado
ah y con los zapatos
hoy mientras hacía la cama pensaba en eso
no se me desgastan las cosas
y me he sentido como una sombra, que no solo ocupa poco espacio sino que deja poca huella