martes, 21 de enero de 2014

Otesanek y la esperanza

Conocía "Fausto" de Jan Svankmajer. He visto algunos de sus cortos stop motion surrealistas. Pero cuando vi la imagen de la mujer rubia con el trozo de tronco en sus brazos envuelto con ternura, decidí en ese mismo momento que tenía que ver la película. Afortunadamente, era fácil de encontrar. Las dos horas se me esfumaron tan rápidamente, como con los libros de historias que leía cuando era niña, me enganchó y me daba pena al acercarme al final.

Pero yo de normal no busco buenas historias que me atrapen, cuando leo libros. En películas, quizá, es otra cosa. Sé que en "Fausto" lo que encontraba era más un conjunto de sensaciones, reconocimiento ante determinadas imágenes,  y hasta vértigo en algunas escenas (las cabezas rodando por la ladera, las cabezas sobredimensionadas de los títeres, se me atragantaban en el movimiento). O el pavor y las gallinas. En "Otesanek" lo que hay es una historia mucho más normal, de personas normales, como los vecinos dicen al salir del cine que lo que quieren es ver "películas de personas normales como ellos".

Lo siento, pero voy a discrepar con casi todo el mundo y voy a decir que esta película para mi no es fantasía, o no radica en esta fantasía. Ahh pero no hablo de lo formal, el surrealismo es evidente en determinadas escenas y hace una aparición preciosa, que yo no voy a destacar. Yo voy a hablar de la carga real, interna, viva y latente de esta película.

Primero, que siento muy cercano el dilema de la esperanza y esta historia representa esa búsqueda. Pero no una búsqueda que se conforma con cualquier cosa, no, sino una búsqueda de unos personajes que crean e intentan vencer obstáculos para aferrarse a la ilusión. La ilusión es un trozo de tronco que tiene hambre.



La ilusión a veces es tan necesaria para no volverse loco y matar gente. O para vivir uno mismo sin molestar a nadie. Llenar un vacío con esa ilusión puede ser de vida o muerte.

Somos muchos los que abrazamos troncos con fervor. A veces no sabemos qué es lo que pasará cuando se despierten... pero tampoco nos importa. Es nuestro hijo y es el único que tenemos... cuando sabemos que no podremos tener nada más.

Creo que una mujer yerma (una Yerma lorquiana del siglo XXI) podría entender un tipo de ilusión así. Una mujer, un hombre, cualquiera que tenga una privación grave.

Paul Klee "El patetismo de la fertilidad"


Antes de despedirme de este post, también quiero mencionar a la niña inteligente de la peli. Creo que es la primera vez que una niñita 'sabelotodo' me cae bien en una película. Odio a la empollona de "La elegancia del erizo" y a la agridulce disforzada de "Pequeña miss sunshine". Siempre me han parecido super repelentes ese tipo de niñitas en las películas. Pero ésta es diferente. Una niña que lee de todo, con contestaciones ingeniosas y un carácter fuerte. Primera vez que encuentro un papel de niño no remilgado y divertido, con ocurrencias interesantes. Lo siento por los amantes del cine indie de colores muy fuertes y brillantes en el que prevalece el rojo ameliesco-darjeelingniesco, lo siento, pero ese gusto no es el mío.

Lo siguiente contiene spoiler de mi vida y de la peli:

Quienes me conocen dirán: "Bueno, tú siempre poniéndote de parte del monstruo blablabla". Sí, y de la sensibilidad torcida también, pero no me podrán negar que la ilusión que se desborda a ella misma y que se come todo lo demás es lo que guarda la ansiada dualidad: "poderoso para destruir/ poderoso para sostener" y eso, ya se sabe que es muy difícil de encontrar.

Por otro lado, los monstruos que se lavan las manos con cuidado, y se cepillan las uñitas antes de comer, siempre me han parecido muy simpáticos.

Yo, por mi parte, seguiré abrazando muy fuerte a mi tronco... hasta que a algún infeliz se le ocurra arrebatármelo.


jueves, 16 de enero de 2014

Nuevo

Hola, soy María Elena.
Que se haya repetido el número de entradas en el año 2012 y 2013 no es casual. Me di cuenta de que si no escribía más que una en diciembre repetiría el número 19. Así que decidí hacerle caso a ese juego.
Cuando era niña pensaba que este tipo de juegos, y el de no pisar línea en las aceras, eran retos que me proponía el demonio mentalmente, no sé por qué, supongo que por esa concepción del demonio-fauno de los bosques al que le gusta ser juguetón.

He pensado mucho en escribir. Me vienen ideas y las dejo marchar como el narrador dejaba marchar a Platero en sus cascabeleos ideales. De hecho, cuando pienso en cómo dejo marchar mis ideas me imagino siempre al burrito de Platero, contonéandose alegremente "que parece que se ríe". Era un secreto.

He decidido también, aunque no con mazo y en voz alta, que quiero confiarme mucho más en este blog, dejar constancia de que a veces existo. Hay muchos pensamientos que en mi nacen y mueren y a veces pienso que me volveré o loca o piedra. Prefiero lo de loca, así que voy a forzarme a escribir más, y esto no quería que fuera una lista de propósitos, pero es que temo mucho a lo de la piedra. Mucho mucho.

De las ideas que recuerdo... recuerdo borrosamente a dos ancianos diciéndole el uno al otro "tú me enterrarás" y no me acuerdo a qué quería llegar con todo esto... Hace poco me enteré de que no existen nichos a perpetuidad y esto me afectó-consternó de alguna forma. Con lo que yo temo a esta idea de no poder conservar esta materia terrenal por si acaso.

Me pasó como una estrella fugaz por la cabeza la idea de escribir una serie de cuentos o novela sobre una chica que trabaja de recepcionista en la consulta de un psiquiatra. Basada en mi, obviamente. Podría estar interesante si le dedicara tiempo, habría toda clase de anécdotas y mi personaje sería realmente dramático. Aunque ayer pensaba que yo no podría ser una dramaturga imparcial precisamente por mi carácter dramático. Hay que ser neutro para poder 'hacerse' dramático, no venir así de nacimiento. Creo...

Y también le debo un texto a la apatía que me está destruyendo. Y a las ilusiones que cuando se alejan te dan con la cola en la cara (ilusiones de piel suave y mojada como los reptiles, con colas largas y amarillas que zas zas zas).

Sigo con mi afán recopilador y ahora he puesto en dropbox algunos de mis cuentos de hoy y siempre, no están todos los que tengo, pero quizá los más presentables (formalmente hablando puede que encajen más en la concepción de 'cuento', mis otros textos son garabatos que se basan casi exclusivamente en mis sueños). Están puestos de más viejo a más nuevo, empezando con lo de los directores de orquesta, obsesión juvenil, y terminando con uno de hace un año o así, que no aprecio tanto, pero que tiene ideas marielenescas:

https://www.dropbox.com/s/mxdtwmzrdm89kqh/director%20de%20orquesta.doc
https://www.dropbox.com/s/ooupyimuud29zvw/cartasdeuntalfunes.doc
https://www.dropbox.com/s/ola1u8e1bd2ut8p/epifania.doc
https://www.dropbox.com/s/gjv5ybz0qzzbn4v/nomatofilia.doc
https://www.dropbox.com/s/6eg4hfuyccrn3w3/Ojo%20de%20cabra.doc