En Perú hay una leyenda que cuenta que si comes quínua los ojos se te pondrán azules y te volverás "gringo" (rubito, blanco).
Así a los niños de hace dos generaciones les incentivaban para que se la comieran.
Ellos entonces, comían la quínua esperando un cambio milagroso de raza.
A mi mamita Alicia se lo decían, ella era de Otuzco.
He soñado con quínuas y huevos fritos.
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