miércoles, 10 de enero de 2024

Mis propios mitos

Quería distinguirme de ciertos mitos que tenía, presunciones y condicionantes... al ponerlos por escrito, como hechos que he ido descubriendo a lo largo de estos meses. 

Mis descubrimientos anuales 2023 se pueden resumir en dos temas, básicamente:

-Aunque te digan que cada embarazo es diferente no te vas a poder imaginar hasta el punto de lo diferente que puede ser, ni con respecto a una misma ni con respecto a otras mujeres.

En este sentido, por ejemplo, con lo que conlleva la crianza de un bebé a mi siempre me ha molestado darle el pecho a mi hija delante de la gente y no es algo que quiera imponerle a nadie, pero la voz común ha sido criticarme a mi por encerrarme en el baño y preferir esa incomodidad que la incomodidad de estar rodeada de otros mientras amamanto. Creo que mi posición es poco habitual, pero es la que tengo y así lo siento yo. Para mi amamantar fue (y ya he decidido que esta vez no lo haré) un momento con mi hija, algo especial pero no para los demás, casi ritualístico. También haber hecho una lactancia materna exclusiva y prolongada hasta más allá de los dos años y medio de la vida de Almendra me da el cupo para siempre y me llevo un buen recuerdo. Cuando no era obligada a darle el pecho delante de nadie, que es lo que se lleva ahora y se da por asumido que es lo que quiere toda madre, cuando algunas preferimos el recogimiento.

-Si todo ocurre al mismo tiempo y el tiempo es un conjunto de líneas paralelas que, si bien, no se tocan, se resienten en el agujero o conexión que tienen cuando coinciden en la misma altura de la línea de abajo o de arriba. Con resienten me refiero a conectarse de alguna extraña manera parecida al déja vu, por ejemplo, cuando conoces a una persona que luego será sumamente importante en tu vida el hecho de que te atraiga es porque ya la has conocido, al mismo tiempo que la estás conociendo estás ya teniendo hijos con él o haciendo un viaje memorable. La tragedia y el amor potencian ese primer encuentro haciéndote sentir que "es como si lo conocieras de antes" o simplemente, no sabes por qué, pero te atrae.



Mi hija se estira a mi lado y tengo el convencimiento
-alivio-
de que toda esa sangre sirvió para algo
(sangre menstrual).
Tengo 41 años.
A mi florecimiento le queda poco,
cuando no de más frutos
irá hacia otro estado 
quizá más vulnerable
nunca se es tan vulnerable como cuando se ama.

La niña grande
y la que se revuelve dentro de mi
me ponen contra las cuerdas del presente
en el cuadrilátero donde se enfrentan mis ingles 
y solo hay dolor.


No hay comentarios:

Publicar un comentario